Con retrasos que dejó Noguera, al charismo se le empaña más su imagen de gestión eficiente
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El demorado Centro Náutico de Salinas del Rey ha sido noticia las últimas semanas por su lenta ejecución y el deterioro que ya presenta parte de lo construido. Esa inversión, cercana a los $43.000 millones, la contrató la Gobernación del Atlántico durante la administración de la charista Elsa Noguera y forma parte de un paquete de recursos para modernizar hospitales, recuperar espacio público y convertir a ese departamento en destino turístico.
Varias de esas obras, sin embargo, hoy tienen notorios retrasos a los que Eduardo Verano evita ponerles espejo retrovisor porque les debe a los Char su tercera gobernación del Atlántico.
Además del Centro Náutico, una de las inversiones más publicitadas del gobierno Noguera fue la Gran Vía, entre Barranquilla y Puerto Colombia. Esa ejecución se ha dado en dos tramos.
El primero lo contrató la Gobernación, por $62.402 millones, y en noviembre tuvo una adición de $9.716 millones. El gobierno Noguera anunció que la obra estaría lista en diciembre pasado, pero no fue así. El contratista solicitó una prórroga, que la administración Verano aceptó. La nueva fecha de inauguración se proyecta para septiembre.
La segunda fase está a cargo de Edubar y su entrega también está proyectada para septiembre. Aunque faltan cinco meses, es poco probable que esté lista para entonces. Su trazado incluye un deprimido, cuya construcción aún no inicia; el deprimido del primer tramo, a la altura de la Universidad del Norte, lleva un año en obras.
Otra bandera del gobierno Noguera con marcados retrasos es el Mercado de la Sazón y Artesanías, a pocos metros del emblemático Muelle de Puerto Colombia. Por $15.974 millones, debía estar listo en mayo de 2023, pero los diseños requirieron ajustes. Su nueva fecha de entrega quedó programada para junio, un año y un mes después del plazo inicialmente previsto.
Incluso el Centro Gastronómico Internacional, también en Puerto Colombia y a pocos pasos del Mercado, no tiene fecha definitiva de apertura, pese a que Noguera lo preinauguró dos días antes de dejar la Gobernación. En una inspección reciente, Verano dijo que posiblemente la apertura sería en agosto, ocho meses después de la preinauguración.
Y otra obra, por ahora, paralizada es la construcción de una cancha en Piojó por $5.056 millones. Su ejecución no tiene una fecha clara de inicio porque depende de la reconstrucción de ese municipio, tras los deslizamientos causados por las lluvias a finales de 2022 que dejaron a más de 200 familias sin hogar.
Los lugareños le atribuyen cuota de responsabilidad por su tragedia a las obras, pues poco después de iniciadas la ladera cedió. Un estudio de suelo posterior le advirtió a la Gobernación que debía parar hasta tanto no se garantizara “la estabilidad del talud”. El gobierno Noguera suspendió la intervención desde entonces.
Todas esas inversiones llenas de tropiezos golpean la imagen del charismo, un grupo político que saca pecho (con millonaria publicidad) por hacer rendir la plata y ejecutar con eficiencia en Barranquilla y Atlántico.
*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.