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Un final feliz excepcional en el descuido que las mascotas sufren en vacaciones

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Aunque ahora es común que cada casa tenga una mascota, son pocas las que salen de vacaciones con la familia. La escena final de vacaciones suele ser la búsqueda de una mascota perdida, unas veces por cuenta de sus cuidadores y otras por cuenta de quienes les ofrecieron el servicio de guardería.

Los momentos más traumáticos del año para un perro so aquellos en los que los humanos celebran con pólvora.

El oído de Tomás estuvo a punto de reventar por la celebración cercana a la finca de Tocancipá, Cundinamarca, en donde sus amos de Bogotá lo habían dejado descansando mientras ellos comenzaban sus vacaciones.

Tomás escapó, buscando refugio y menos violencia contra su oído. Una familia de Cajicá, el municipio vecino, lo encontró en la carretera.

“Lo trajimos al veterinario el perrito presentaba escalofrío, sangrado en la boca en la pierna, estaba cogito y pues como no tenía collar no sabíamos de quien era”, dijo Mireya Garay, persona que encontró al perro Tomás.

Las navidades de los amos de Tomás también se interrumpieron cuando la veterinaria llamó con la noticia.

Carmenza Chiquillo, familiar del perro Tomás, indicó que “ha sido supremamente duro para ellos, para todos porque Tomas lleva con nosotros 14 años”.

Como en las películas de navidad, mientras toda la familia buscaba a Tomás, el perro estaba de vacaciones, pero con otra familia.

Terminadas las vacaciones fue posible un encuentro feliz.

“Me había mandado unas fotos del perro, me dijo que lo estaban buscando que era de una familia que lo extrañaba mucho entonces dijimos eso no es de nosotros”, afirmó Óscar Martínez, persona que se encontró al perro Tomás.

Carmenza Chiquillo aseguró que “le deseo lo mejor le doy muchísimas gracias por tenerlo porque es la felicidad de mis nietos y de todos claro está”.

Paulina, una Weimaraner de tres años,  murió atropellada en la calle, luego de huir cuando el carro de la guardería se estrelló y sus jaulas quedaron expuestas.

El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal ha intervenido otros refugios donde tenían caninos en mal estado, como este en Usme.

El instituto puede vigilar las guarderías para mascotas establecidas en Bogotá, pero la mayoría de los que prestan sus servicios para la ciudad no se rigen por las normas locales.

Sus visitas se limitan a ese uno por ciento y con base en ellas se está haciendo una lista blanca, de los hoteles aptos para mascotas.

“Lo que si podemos es contarle a Bogotá que guarderías han pasado por ese proceso de las que podemos dar fe que tienen los estándares mínimos de bienestar”, agregó Rodríguez.

El hecho es que los amos, para comenzar sus vacaciones, no deben darle a sus mascotas una vida de perros.

¡Qué Tal Esto!

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