Mintransporte investigará a directivos de Ultra Air por posible estafa

Ultra Air se convirtió esta semana en la segunda aerolínea de modelo low cost colombiana que cayó en cese de operaciones, luego del caso de Viva Air. Pero tal como había sucedido con esa otra empresa, Ultra había seguido vendiendo tiquetes por lo que intempestivamente canceló los vuelos programados y dejó a miles de colombianos con los crespos hechos.

“Eso no es deshonesto, es estafa”, dijo sobre la suspensión de operaciones de Ultra el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en entrevista con Señal de la Mañana.

La aerolínea tenía vendidos más de 379.000 tiquetes para el resto del año y los primeros meses de 2024, según la cartera. “Al quitarles la plata así a los colombianos, eso configura un delito”, agregó Reyes.

Trascendió que el Ministerio de Transporte investigará a los fundadores, directivos y miembros de la junta directiva de Ultra Air, presidida por David Bojanini, empresario expresidente del Grupo Sura. Esta fue fundada, entre otros, por William Shaw, que también fue el fundador de la otra low cost caída en desgracia en el país, Viva Air.

“La situación era previsible. Ultra tendrá que responder ante las autoridades por tomar esta decisión, que dejó a un lado la reglamentación correspondiente”, indicó el ministro Reyes.

Esta misma mañana, la Superintendencia de Transporte exigió a Ultra Air el reembolso de los tiquetes comprados y ejecutar las medidas planteadas en el plan de contingencia para proteger a los usuarios.

El Minstransporte dijo en su entrevista con Señal de la Mañana: “Uno, ellos no han cancelado la operación, la suspendieron como lo hizo Viva. Dos, aquí hay responsabilidades por violar el Reglamento Aeronáutico Colombiano, y tendrán que responder por ello ante la Superintendencia de Industria y Comercio, ante la Superintendencia de Sociedades y la de Transporte. También, si encontramos que se puede configurar el delito de estafa, vamos a formular las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General”

“Lamentamos profundamente informar a todos nuestros clientes, proveedores y autoridades que, a partir de hoy en la noche a las 12:00 a.m., se suspende la operación de la aerolínea Ultra Air en Colombia, por lo cual no volará en ninguna de sus rutas programadas a partir del 30 de marzo”, dijo la aerolínea en el comunicado en que anunció su cese de operaciones.

Atribuyó los motivos de su suspensión de vuelos, a la “situaciones macroeconómicas adversas para la industria como el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio”.

La crisis financiera de las empresas se originó en la pandemia del covid-19. Como explicaron expertos consultados por el diario La República, el cierre de vuelos y la caída absoluta del turismo impactó los estados financieros del sector y obligó a las compañías a endeudarse. En 2022 completaron cinco años continuos de pérdidas, con un saldo de U$22.700 millones según la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte.

Fue así como aerolíneas como Avianca y Latam entraron en procesos de reestructuración de deuda bajo el Capítulo 11, ley de quiebras de EE.UU. Y ahora, un dólar que se ha mantenido por encima de los $4.600, y un elevado precio del petróleo y por consiguiente de los combustibles, les están pasando una cruel factura a los jugadores más pequeños. Elementos como el arrendamiento de aviones y otras deudas son golpeadas por la devaluación, por lo que el modelo de bajo costo, como están demostrando estos casos, está dejando de ser rentable.

¿El efecto inmediato? Sin las operaciones de Viva Air y Ultra Air se perdería hasta 24% de la oferta aérea en Semana Santa, por lo que expertos auguran tiquetes más caros. Sí, todavía más.