Competir de formas más dinámicas
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La revolución digital ha irrumpido prácticamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde la forma en que nos comunicamos hasta la manera en que consumimos productos y servicios. Los servicios financieros no son la excepción, y la accesibilidad a estos a través de medios digitales es una oportunidad que deben aprovechar las Pyme del país para gestionar sus negocios con mayores niveles de eficiencia y formalización.
En este sentido, el panorama que identificamos desde Bain & Company sobre el prospecto de la digitalización de los pagos en la región, es alentador. Nuestro estudio “Future of Consumer Payments” arroja luz sobre un panorama en constante evolución en América Latina, destacando el progreso en la adopción de métodos de pagos digitales, con una proyección de ingresos de US$35,000 millones para 2026 y un crecimiento anual sostenido de 9% hasta el mismo año.
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En este escenario, la adopción de servicios financieros digitales ofrece a las Pyme colombianas una serie de ventajas claves, como el acceso al crédito, la mejora en la gestión financiera, la expansión de su mercado y la reducción de costos operativos. Además, en Colombia, el 77% de la población no encuentra barreras significativas para acceder a productos financieros, según el Índice de Inclusión Financiera de CrediCorp de septiembre de 2023. La ampliación de la inclusión financiera en Colombia está llevando al país hacia una economía más formal, trazable, digitalizada y conectada.
Según Confecámaras, Colombia cuenta con más de 1,7 millones de Pyme registradas. Este segmento concentra 65% de la fuerza laboral del país y representa 99.5% del tejido empresarial, configurándose como un sector prioritario para el despliegue de productos y servicios que contribuyan a la digitalización de la economía nacional. Precisamente, en el país, el estudio “Future of Consumer Payments” señala que la penetración del comercio electrónico se estima llegue a 10% en 2026 y a 11% en 2027.
El informe demuestra que, a pesar de los desafíos macroeconómicos, el sector de pagos minoristas seguirá creciendo a un ritmo del 9%, y los pagos con tarjeta experimentarán un crecimiento del 10%. Esto pone a la región a la vanguardia del crecimiento de los pagos digitales a nivel mundial, y sugiere que los consumidores latinoamericanos están adoptando con entusiasmo las soluciones digitales para satisfacer sus necesidades financieras, expresando una preferencia por las compañías cuyos servicios son digitales y accesibles.
A medida que el comercio electrónico continúa ganando terreno en Colombia y la adopción de servicios financieros digitales se expande, es esencial seguir trabajando en la educación financiera, la seguridad de las transacciones y el acceso equitativo a la tecnología para garantizar que nadie quede rezagado en este proceso de cambio. La inclusión financiera es un motor clave para la igualdad económica y el desarrollo sostenible, y su promoción es esencial para construir un futuro económico más próspero y equitativo en Colombia y en toda la región.
En este sentido, desde la experiencia de Bain & Company con la industria financiera, y ante un panorama prometedor para la digitalización, identificamos la transformación tecnológica de las Pyme como una ventaja competitiva, pues al implementar infraestructuras digitales de gestión financiera, las empresas consolidarán plataformas que les permitirán reducir costos y acelerar el desarrollo de productos y servicios para competir de formas más dinámicas, además de insertarse de lleno a un mercado donde pueden medir y proyectar un mayor crecimiento.
En conclusión, los servicios financieros digitales están desempeñando un papel fundamental en la transformación de la economía y la inclusión financiera en América Latina, especialmente en Colombia, y las Pyme colombianas pueden beneficiarse en gran medida con esta tendencia.
*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.