Proyecciones optimistas para la economía colombiana
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La economía colombiana continúa su proceso de desaceleración ordenada, pero se vislumbran mejoras en indicadores clave como el empleo, el consumo privado y las exportaciones, lo cual ha llevado a un aumento en las proyecciones de crecimiento para este año. Según el último estudio de Situación Colombia realizado BBVA Research, se estima que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023 será del 1,2%, revisando al alza la proyección previa del 0,7% realizada en marzo. Para el año 2024, el equipo de economistas proyecta un crecimiento del 1,5%.
Se espera que la dinámica de la economía colombiana sea liderada por el sector de servicios, mientras que el consumo de bienes duraderos y semiduraderos experimentará una desaceleración que se espera comience a cambiar su rumbo en el primer trimestre de 2024. Esto se reflejará en decisiones de inversión más cautelosas por parte de los empresarios, con una corrección significativa a la baja este año, seguida de una leve recuperación en 2024, según afirma Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia.
El informe destaca que los sectores relacionados con servicios, como hotelería, restaurantes, eventos y apuestas en línea, tuvieron un buen desempeño al comienzo del año. Por el contrario, los sectores relacionados con la producción, el comercio, el transporte y el almacenamiento de bienes experimentaron una fuerte desaceleración y se situaron en terreno negativo tanto en producción como en decisiones de inversión.
El estudio de los economistas también destaca que el comportamiento económico está estrechamente vinculado a la evolución de la inflación. Se espera que la inflación total continúe reduciéndose gradualmente, alcanzando un 9,2% al cierre de este año y un 5,2% en diciembre de 2023. Por su parte, la inflación básica comenzará a reducirse a partir del segundo semestre de este año y se mantendrá en declive durante 2024. Sin embargo, la alta inflación registrada hasta ahora seguirá afectando las decisiones de inversión y consumo de empresas y hogares, lo que explica parte de la desaceleración económica de este año, según Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.
En cuanto a las tasas de intervención del Banco de la República, se espera que se mantengan en su nivel actual del 13,25%, el máximo observado desde 1999, hasta finales de este año. A partir de diciembre, se prevé una reducción gradual hacia el 12,5% y se espera que alcance un 7,0% en diciembre de 2024.
En relación con el comportamiento del tipo de cambio, los analistas esperan que las presiones de devaluación continúen debido a los déficits fiscal y externo del país, que son mayores en comparación con economías de desarrollo similar. Se estima que el tipo de cambio se ubicará en 4.600 pesos al final de 2023 y en 4.698 pesos al cierre de 2024.
A nivel internacional, BBVA Research estima que el crecimiento global en 2023 será mayor de lo esperado anteriormente, en línea con los recientes datos positivos de actividad económica. Sin embargo, factores como la disipación de los efectos de la reapertura en China, la política monetaria restrictiva, los menores estímulos fiscales y la volatilidad financiera contribuirán a una desaceleración progresiva del crecimiento, que se mantendrá débil en 2024 debido al endurecimiento de las condiciones monetarias y crediticias. Según el informe, se espera que el crecimiento global se reduzca del 3,4% en 2022 al 2,9% tanto en 2023 como en 2024.
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research en Colombia, destaca que las tasas de crecimiento son bajas para alcanzar los objetivos sociales que el país necesita. Se enfatiza la necesidad de acelerar la inversión y la expansión del PIB para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad, tanto a nivel individual como regional en Colombia. Téllez sostiene que la economía colombiana debe navegar de manera efectiva en las aguas turbulentas de la desaceleración económica y recuperar su ritmo de crecimiento a la mayor brevedad posible.
El grupo de estudio liderado por Téllez concluye que se requieren al menos tres grupos de iniciativas para lograr estos objetivos sociales. En primer lugar, se debe aprovechar la demanda vigorosa de servicios, así como la creciente demanda de otros países debido a la relevancia actual del nearshoring. En segundo punto, es necesario promover la inversión en energías limpias y eficiencia energética, así como el desarrollo de nuevas zonas turísticas, la promoción de la tecnología y la educación STEM. Por último, se destaca la importancia de mantener la fortaleza del sector privado, garantizar la provisión eficiente de bienes públicos y lograr un crecimiento económico inclusivo.