La buena noticia que entregó el Parque Nacional Galápagos sobre los animales que la habitan
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El Parque Nacional Galápagos en Ecuador registró un aumento récord en la población de pingüinos y cormoranes no voladores.
“Los cormoranes presentaron una cifra récord, de acuerdo a los datos históricos que datan desde 1977, mientras que los pingüinos mostraron su mayor número desde el año 2006”, señaló el PNG en un comunicado, sin precisar las cifras de la población de aves de entonces.
La población de pingüinos de Galápagos, los únicos que habitan sobre la línea ecuatorial, pasó de 1.451 en 2019 a 1.940 en 2020.
En el caso de los cormoranes no voladores la cifra subió de 1.914 a 2.220 en el mismo periodo.
El pingüino de Galápagos (Spheniscus mendiculus) es una de las especies más pequeñas de pingüino del mundo. Esta ave llega a medir hasta 35 centímetros de altura.
El cormorán (Phalacrocorax harrisi) del archipiélago es el único de este tipo que que perdió su habilidad de volar, pero desarrolló dotes para el buceo.
El estudio realizado por el PNG y la Fundación Charles Darwin se efectuó en septiembre pasado en en las principales colonias ubicadas en las islas Isabela y Fernandina e islotes Marielas, en el oeste del archipiélago de Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad.
Buenas noticias
Para Paulo Proaño, ministro del Ambiente y Agua, los resultados del censo dan cuenta del “buen estado de salud de la población” de aves del archipiélago, ubicado a 1.000 km frente a la costa de Ecuador, según declaraciones divulgadas por el PNG.
Gustavo Jiménez, investigador de aves marinas de la Fundación Charles Darwin, destacó que el 86% de aves censadas eran ejemplares adultos, lo que significa que ha una población con capacidad reproductiva.
El Parque Nacional Galápagos consideró que la presencia del fenómeno de La Niña, que ayuda a que haya más alimento para estas aves, incidió en el aumento de las poblaciones. Otro factor fue “la ausencia de perturbaciones en las zonas de anidación de estas especies por la paralización de las actividades turísticas durante la emergencia sanitaria” por la pandemia de coronaviros, agregó el Parque.
El archipiélago, que sirvió de laboratorio natural al científico inglés Charles Darwin para su teoría sobre la evolución de las especies, toma el nombre de las gigantescas tortugas que habitan allí.