La dieta que tuvo la Reina Isabel II y que la habría ayudado a vivir 96 años
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La dieta que tuvo la Reina Isabel II y que la habría ayudado a vivir 96 años. Sin duda, una de las monarcas que más duró en un trono.
El mundo se vistió de luto cuando se dio a conocer que la Reina Isabel II de Reino Unido falleció en Balmoral, Escocia, luego de estar bajo supervisión médica por un quebranto de salud.
La soberana era muy querida por su pueblo, por esto, horas antes de su deceso miles de personas se acercaron tanto al castillo donde falleció, como al de Buckingham para estar muy al pendiente de noticias sobre ella y dejar ofrendas en su honor.
La alimentación que llevaba la Reina Isabel II
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Isabel II vivió 96 años, de los cuales 70 fueron como reina. Muchos siempre recordarán que, la mujer siempre estaba dispuesta a cumplir con todos sus compromisos reales con una sonrisa, gran actitud y con una vitalidad envidiable.
A raíz de esto, muchos se han preguntado en qué se basó la dieta de la monarca que le ayudó a estar vigente por tanto tiempo.
Darren McGrady, el ex chef personal de su majestad contó que Isabel II amaba el sándwich de mermelada todos los días desde que tenía 5 años.
En los 11 años que preparó los alimentos de la reina aseguró que ella “comía para vivir”, mientras su esposo el Duque de Edimburgo “vivía para comer”.
“A Felipe le gusta la comida y se interesa por ella, quiere conocer de dónde viene y cómo se preparaba”, asimismo, confesó que la reina era amante del chocolate y no podía resistirse a un pastel hecho de este producto cubierto con merengue.
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Por otro lado, el chef agregó que la monarca desayunaba casi siempre lo mismo: “una taza de té Earl Grey y un tazón de cereal o unas galletas”. Para el almuerzo o cena cuando no viajaba o cumplía con algún evento solía inclinarse por un platillo con pollo o pescado a la parrilla acompañado de un coctel de ginebra o chocolate ocasional.
En su libro, el cocinero también dijo que los scones formaban parte del servicio diario del té de la reina mientras estaba en el Palacio de Buckingham, no obstante, se percató de que nunca los comía y al parecer se los daba a sus perros corgis.
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