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Estilo de Vida

Las 5 cosas que su jefe debe saber sobre las videollamadas pero que usted no se atreve a decirle

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videollamadas en teletrabajo
Foto: iStock

El aislamiento preventivo o cuarentena no solo ha permitido controlar los contagios por coronavirus, sino que también llevó a las empresas a una transformación para la que, muchas de ellas, no estaban preparadas. Así, la opción de hacer teletrabajo o home-office fue la primera alternativa para mantener activos los negocios.

Entonces, las videollamadas en el trabajo se popularizaron para continuar con las reuniones que generalmente se hacían, añadiendo un par más por temas de saber en qué está cada quien o mantener actualizado al equipo o jefe sobre lo que se está haciendo.

Sin embargo, siendo una situación totalmente nueva para la gran mayoría, existen unos riesgos que no son muy visibles y que pueden generar un choque en los empleados, causando una menor productividad y, en casos extremos, conduciendo a la renuncia.

Lo que no le dicen a los jefes…

Teniendo en cuenta que no solo se trata de adaptarse a un tema laboral, sino también de asimilar toda la realidad que está sucediendo a nivel mundial, junto con los miedos, las inseguridades; es importante que los líderes de equipos sean conscientes que todos nos estamos enfrentando a algo totalmente desconocido.

En ese sentido, cada persona puede tener una reacción diferente así como una capacidad de adaptación a todos los cambios. Entonces, hacer llamadas por video pueden tomarse desde dos perspectivas: una, como “un efecto de control, porque se necesita ver y controlar al empleado. Está directamente relacionado con la confianza frente al trabajador y la autogestión, porque muchos lugares miden al trabajador por presencia física y no por la productividad”, explicó Catherine Salamanca, psicoterapeuta y psicóloga clínica de la Pontificia Universidad Javeriana y mágister en salud mental y psicopatología de la Universidad León, de Barcelona, España.

La segunda perspectiva es en relación con una tradición humana: sentir que el otro es ahí y no es una pantalla: “Cuando se ve al otro, se reconoce su presencia, no es en vano; que es una necesidad humana en socializar”, añade Salamanca.

1. No siempre es necesaria la cámara

Si bien es una forma de mantener el contacto, no es bueno obligar a que la active durante las reuniones. Es importante recordar que “más allá del contacto visual es una sensibilidad, porque las personas dividen espacios personales y laborales. Entonces activar cámara y audio hace que se conozca la intimidad del empleado“, afirmó la psicóloga Salamanca.

Además, en medio del contexto donde a veces la sensibilidad está a flor de piel y los momentos de depresión se presentan, presionar a alguien a mostrarse, puede ser contraproducente.

2. Organice bien el flujo de trabajo:

Como inicialmente no se sabía cuánto duraría esta situación, las reglas del teletrabajo no quedaron claras desde el inicio y muchas situaciones se descubren en la marcha.

De acuerdo con Martha Lucía Silva, psicóloga miembro de la Asociación Colombiana de Psicólogos Aeronáticos, “para que se genere confianza y el empleado pueda realizar trabajo adecuadamente, hay que cumplir ciertas pautas: la persona o el empleado debe cumplir horario como si fuera a la oficina normalmente y estar frente al computador a la hora correspondiente. Así mismo, se deben respetar las pausas activas, la hora de almuerzo o el momento que se toma café”.

Es por eso que, según Silva, también se deben respetar los horarios de trabajo, “porque si a las 5 es la hora en la que termina su jornada y debe descansar, se debe respetar”.

3. No todo debe ser por videollamada:

Es importante reconocer qué medios se usan para dar qué mensajes. Muchas veces por querer saber qué hace el empleado, todo el día puede gastarse en este medio, pero hay situaciones que no lo requieren.

Es importante “hacer una negociación entre jefe y empleado de cómo se van a comunicar: videoconferencia, whatsapp, correo electrónico”, señala Silva.

4. Las personas lidian con la situación de manera diferente:

Recuerde que toda la situación genera emociones que, para muchas personas, no son fáciles de manejar. Es por eso que los líderes deben hacer un seguimiento de su personal.

Según la psicóloga Catherine Salamanca: “muchos de ellos pueden que no sepan manejar sus emociones en medio de esta situación: entonces se ve una alta productividad o, por el contrario, un déficit que es la manera como responden los empleados bajo esos extremos, según la sensibilidad, tristeza o incertidumbre. Incluso se pueden desconectar por completo”.

Muchos, incluso, no cuentan con las mejores condiciones físicas para trabajar, y eso también genera un estrés adicional. Incluso, hay términos de ‘etiqueta en las videollamadas en el trabajo’, que no todos saben

5. Genere momentos de socialización:

Recuerde que la situación tensionante puede causar dos emociones principales: sensibilidad ante los comentarios de los demás o reactividad. Así que “es recomendable que los jefes puedan gestionar una reunión para hablar de emociones o que el departamento de Recursos Humanos trabaje para saber cómo están sus empleados. En otros casos, incluso, se debe solicitar especialista y remitir”, continúa Salamanca.

“Saber que quien está detrás de la pantalla no es una máquina, es una persona y que toda la situación lo puede estar afectando desde circunstancias particulares”

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