La muerte de un joven de 25 años volvió a enlutar los eventos de música electrónica en Colombia. A Carlos David Ruiz Molina lo encontraron en un contenedor de agua en Corferias, donde se acababa de celebrar el Baum Festival. La noticia conmocionó al país en la noche del domingo 26 de mayo, pero no es la primera vez que ocurre algo así.

Las rumbas electrónicas tienen detrás un triste historial de fallecimientos en el país, ligados a paros cardiorrespiratorios presuntamente vinculados a sobredosis de sustancias psicoactivas. El nombre de Carlos David se suma a los de Dilan Darío Ávila y Carlos Andrés Cardona, entre otros.

Si bien Carlos David fue visto saliendo del evento en la madrugada del 25 de mayo, se había extraviado en medio del tumulto, según amigos y familiares. Finalmente, las autoridades encontraron su cadáver en uno de los  pabellones del recinto ferial.

El Baum Festival tuvo lugar durante las noches del 24 y 25 de mayo en Bogotá, con grandes nombres de la electrónica como invitados de su lineup, como Deadmau5, Paul Kalkbrenner y Lilly Palmer, entre otros, con precios de entrada entre $235.000 y $352.000 por día.

Los organizadores lamentaron lo sucedido y precisaron que “no se trata de un caso de violencia física y no se sospecha de la ocurrencia de ningún tipo de delito”, según se ha podido establecer hasta el momento. El evento es organizado por Páramo Presenta, marca detrás de otros grandes eventos musicales de la escena alternativa como Festival Estéreo Picnic, Festival Cordillera y Knotfest.

Corferias también emitió un comunicado oficial, en el que expresa la solidaridad con la familia y señala que están “ofreciendo toda nuestra colaboración y apoyo para esclarecer los hechos”.

Las causas de la muerte de Carlos David no han sido confirmadas. Quiénes lo buscaban tras su desaparición, señalaban que estaba en un alto estado de alicoramiento la última vez que lo vieron.

Una víctima previa

La muerte de Carlos David Ruiz Molina tras asistir al Baum Festival tiene un triste antecedente. Ya en 2022 había fallecido una joven luego de asistir a este evento de música electrónica.

En ese momento, la Secretaría de Salud reportó que tuvo que atender a 13 de los asistentes afectados de diferentes condiciones de salud. Sobre la joven fallecida, las autoridades declararon que sufrió un cuadro grave “probablemente relacionado con el consumo de sustancias sicoactivas, el cual requirió atención y traslado inmediato al Hospital Méderi Mayor”.

La joven sufrió un paro cardiorrespiratorio. El proyecto de reducción de riesgos y daños por el consumo de sustancias ‘Échele cabeza‘ recomendó entonces que no hay “agua o servicio de salud que valga frente a los excesos”, e invitó a los asistentes de estos eventos a autorregularse: “regúlate, dosifícate, solicita información y anda siempre con un parche responsable”.

El evento, considerado entonces el más importante de techno en el país, volvía a realizarse en 2022 luego de dos años suspendido por la pandemia del Covid-19. En ese caso no se reveló la identidad de la víctima.

También pasó en otro evento: Tatacoa

Otra rumba de música electrónica que también terminó en tragedia fue el Festival Tatacoa, en 2019. Realizado en el desierto en Villavieja, Huila, es tristemente recordado por el fallecimiento de uno de sus asistentes, Dilan Darío Ávila, un joven de 19 años.

El festival reportó cerca de 5.000 asistentes. A la medianoche del domingo 13 de octubre, Dilan sufrió un paro cardiorrespiratorio, “posiblemente producido por una sobredosis de consumo de estupefacientes”, explicó a medios como Blu Radio el coronel Juan Carlos Restrepo, comandante de la Policía del Huila.

El joven, nacido en Bucaramanga y estudiante de la Universidad Javeriana, padeció fuertes convulsiones por lo que fue trasladado al Hospital del Perpetuo Socorro. Pero los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.

El evento fue también organizado por Páramo Presenta, la misma compañía detrás del Baum Festival.

El coronel Restrepo cuestionó en ese momento los controles y la logística “para evitar el ingreso de diferentes sustancias psicoactivas y de estupefacientes”, a cargo de los empresarios organizadores.

El caso más reciente fue el Afterlife

Carlos Andrés Cardona Jaramillo es el nombre de otro asistente de eventos de música electrónica fallecido en el país. Su muerte se produjo el sábado 3 de febrero de este año (2024), en el marco del segundo día del Festival Afterlife, celebrado en el estadio Cincuentenario Arturo Bustamante en Medellín.

Afterlife es considerado uno de los eventos más importantes de electrónica a nivel global, reconocido por instalar pantallas gigantescas con efectos visuales impresionantes. Carlos Andrés tenía 28 años y se desplomó en medio del show. Oriundo del municipio La Ceja, fue atendido por paramédicos y trasladado de urgencia a la Clínica León XIII; pero no pudieron salvar su vida.

Su muerte estuvo relacionada con una intoxicación, por la ingesta de bebidas alcohólicas mezcladas con otras sustancias, según las informaciones que trascendieron en el momento.

Entonces, la organización ‘Échele cabeza’ lamentó la muerte de Carlos Andrés. Y volvió a hacer un llamado a la prudencia y el autocontrol. Palabras que hoy resuenan entre todos los asistentes a este tipo de eventos – ante una nueva muerte que lamentar:

“Este triste suceso nos llama a la autorregulación y al uso efectivo de servicios como el análisis de sustancias, la información sobre reducción de riesgos y la hidratación. Honremos su memoria cuidándonos mutuamente y recordando que #TodaVidaCuenta”.