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La Cámara de Representantes avanza en la obra de las nuevas curules que habrá para los elegidos por la paz.
Los cambios en el Salón Elíptico no solo serán para abrir estos nuevos espacios; se hará toda una transformación en el sistema de software y votación en el Salón Elíptico y en todas las comisiones legales de la corporación. Los parlamentarios tendrán que registrarse con identificación biométrica para ingresar, para votar y para retirarse de la sesión.
Actualmente, por ley son 172 representantes, pero en espacio físico solo hay 168 curules; se van a completar las que faltan, más las 16 que se requieren para las curules de paz, es decir, se incorporan los 20 nuevos puestos.
Toda la adecuación tiene un valor de $ 50.000 millones. Se está trabajando en jornadas de 12 horas diarias y aunque el proyecto está estimado para finalizar en abril, la meta es que quede listo para marzo, cuando regresen del receso legislativo los actuales congresistas.
Las curules de paz formaron parte del acuerdo de fin a la guerra y están destinadas a darles representación a los lugares que fueron más afectados por el conflicto armado y donde el Estado ha permanecido ausente.