Ñapa | El caso de una entidad del Estado que hoy está prácticamente empeñada
La entidad heredó una millonaria deuda, tras la compra de una costosa sede en Bogotá.
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La Superintendencia de Economía Solidaria, que actualmente dirige María José Navarro, y que vigila a las cooperativas y fondos de empleados del país, enfrenta serias dificultades financieras para operar.
La entidad heredó una millonaria deuda, tras la compra de una costosa sede en Bogotá.
La compra de esta sede se hizo cuatro meses antes de la llegada de la actual superintendente Navarro, durante la administración de su antecesora, Vivian Barliza, quien llegó al cargo durante la administración de Iván Duque.
El contrato de compra de la sede se pactó por cuarenta y seis mil millones de
pesos.
Para concretar la adquisición, se comprometieron vigencias futuras.
La situación es tan apremiante, que la entidad que rescata las cooperativas en crisis ha tenido que pedir un salvavidas al Ministerio de Hacienda para poder operar.
La Supersolidaria requiere con urgencia quince mil millones de pesos para poder funcionar el próximo año.
Están comprometidos todos los proyectos de inversión para garantizar la supervisión de todos sus vigilados.
El caso ya llegó a manos de la Contraloría General, que hoy inició una auditoría
para verificar si hubo falta de planeación en la compra de las oficinas o si se hay
un posible detrimento patrimonial