Liderazgo femenino: rompiendo brechas de género en la agroindustria

Aumentar la participación de mujeres en la agroindustria se ha convertido en un tema clave para las organizaciones. A partir de mi experiencia en Cargill, como mujer que ha emprendido una carrera en la agroindustria  y que hoy ocupa un cargo de liderazgo en esta compañía, puedo decir que el rol que tenemos las mujeres en el agro es determinante para el desarrollo productivo del sector y es que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, si las mujeres agricultoras contaran con los mismos recursos productivos que los hombres para participar de los sistemas alimentarios, el hambre que padece el mundo podría reducirse entre 100 y 150 millones de personas.

Emprender una carrera en una industria que ha sido liderada por hombres a lo largo de la historia, puede resultar desafiante para las mujeres, pero, cuando las compañías muestran compromiso con la equidad de género y entienden que las capacidades de sus colaboradores no se definen por su género, es posible para las mujeres encontrar oportunidades de crecimiento. Mi historia como mujer en la agroindustria, comenzó en el año 2015 en Campollo en el departamento de Santander, lugar donde realicé mis prácticas empresariales, durante mi tiempo allí, Cargill adquirió la empresa y empecé a sembrar mis primeros pasos dentro del sector.

Durante un periodo tuve que ausentarme de la industria por temas personales; pero con la claridad, de que algún día regresaría para continuar con mi carrera. Fruto de mi buen desempeño en la compañía, un tiempo después, uno de mis lideres en Cargill, me contactó para comentarme que estaban buscando nuevos líderes para asumir retos en la apertura y funcionamiento de la Granja Reproductora El Vínculo; la más tecnificada del sector agrícola en el país.

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Al conocer esta oportunidad, decidí tomarla y ejercer un nuevo rol dentro de las operaciones, pues esto suponía un reto profesional y una manera de continuar creciendo en mi carrera; actualmente, me enorgullece decir que el 50% de la fuerza laboral de El Vínculo es femenina, y que el 100% del liderazgo es ejercido por mujeres. Durante el tercer encuentro anual de “Liderazgo de Mujeres en Juntas Directivas” organizado por el Cesa en Cali, la Cámara de Comercio de Cali compartió que el liderazgo en las medianas y grandes empresas se reduce a 21%; un dato que evidencia que aún existen brechas de género en cuanto a las posiciones de liderazgo. Por ello, la invitación a las empresas del sector es a que apuesten por el liderazgo femenino, pues este no solo rompe las brechas de género, sino que, además, representa ventajas para las compañías.

De hecho, de acuerdo con el “Estudio de Remuneración 2023” realizado por Page Executive, las empresas donde las mujeres participan en procesos de liderazgo han registrado una serie de beneficios tales como el aumento de competitividad al tener mayor posibilidad de definir estrategias que contemplen variables más complejas. Además, la integración entre grupos diversos en las compañías logra que los equipos tengan mayor visión y oportunidad de crear estrategias diferentes y asumir de una mejor manera la complejidad del mercado.

Mi crecimiento profesional en Cargill ha sido muy satisfactorio, en todos los puestos que he desempeñado he tenido la oportunidad de aplicar mis conocimientos, seguir desarrollando mis capacidades y ampliar mis conocimientos. En mi primera posición en El Vínculo como “Operaria II”, supervisaba la producción de 40.000 aves y tenía dos personas a mi cargo, luego de eso, fui “Supervisora de Área” y actualmente me desempeño como “Superintendente de Pollo de Engorde en la zona occidente”, posición de liderazgo en la que superviso la producción de 12,5 millones de aves y lidero un equipo de 12 profesionales, dentro de mis funciones, está velar por la mejora y la estabilidad de los parámetros productivos, mantener una buena relación con los socios estratégicos y el fortalecimiento del equipo técnico a cargo.

Los pasos hacia el aumento de la participación femenina en el sector agroindustrial deben traducirse en la creación de oportunidades para las mujeres en todos los niveles; por este motivo, Cargill tiene un compromiso también con apoyar proyectos productivos de mujeres rurales en Colombia bajo su propósito de conectar productores agrícolas con el sistema alimentario mundial.

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De acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo (OIT), las mujeres representan el 37% de la fuerza laboral agrícola a nivel mundial. Aunque en Colombia se han presentado avances en este aspecto, aún existe un reto significativo para las empresas del sector por implementar acciones que aumenten la presencia de mujeres en esta industria que ha sido liderada históricamente por hombres. Es desde la creación de oportunidades para las mujeres en posiciones productivas, operativas y de liderazgo, sumadas a la implementación de un pilar estratégico de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las organizaciones, que el sector puede continuar avanzando hacia la equidad de género.

A las mujeres en la agroindustria, les digo con certeza que no duden de sus capacidades porque contamos con grandes habilidades para aportar al sector, que continuemos abriéndonos camino en un gremio tradicionalmente liderado por hombres porque hemos demostrado grandes avances. En la actualidad, gracias a empresas como Cargill, que no temen apostar por el talento femenino, nos hemos hecho más visibles y debemos aprovecharlo, es en este trabajo en conjunto con las compañías que lograremos una agroindustria más equitativa; en la que se planea, ejecuta y se mide el impacto de la participación de las mujeres en el sector.

*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.