Entregan tierras a más de 700 mujeres en el Día Internacional de las Mujeres Rurales
Una de las entregas más destacadas fue la del predio Vaticano, que ahora pertenece a una asociación de mujeres firmantes en el municipio de Baraya, Huila
- Crecen denuncias por falsos tramitadores en procesos agrarios
- Mancuso firma un acuerdo para buscar información de tierras perdidas para víctimas
Durante eventos simultáneos de entrega y formalización de tierras realizados en los departamentos de Bolívar, Boyacá, Meta, Putumayo, Atlántico, Córdoba, Huila, Magdalena y Antioquia, la Agencia Nacional de Tierras -ANT entregó este martes tierras a más de 700 mujeres, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
En total, se entregaron 3.037 hectáreas a 209 mujeres rurales en los departamentos de Atlántico, Córdoba, Huila, Magdalena y Antioquia.
Una de las entregas más destacadas fue la del predio Vaticano, que ahora pertenece a una asociación de mujeres firmantes en el municipio de Baraya, Huila.
Simultáneamente, en Bolívar, Boyacá, Meta y Putumayo, se formalizaron 2.487 hectáreas a favor de 541 mujeres de diversas comunidades rurales y campesinas.
Las beneficiarias subrayaron la relevancia de la formalización y la tenencia de las tierras que han habitado y trabajado durante años, lo que les permite tomar decisiones sobre sus predios sin depender de su estado civil o situación familiar.
“Estamos conmemorando el Día Internacional de las Mujeres Rurales con una gran entrega y formalización de tierras en nueve departamentos del país. El Gobierno Nacional, a través de la Agencia Nacional de Tierras, acelera la garantía del derecho a la propiedad, uso y disfrute de las tierras para las mujeres campesinas, como sujetos fundamentales de la Reforma Agraria para la democratización del campo”, destacó la jefa de la Oficina de Planeación de la ANT, Lizeth Lorena Flórez.
Estas acciones corresponden a uno de los propósitos de la Reforma Agraria, que busca asegurar a las mujeres el acceso equitativo a la tierra y reconocer su papel fundamental en el desarrollo rural de Colombia, tanto en las labores agrícolas como en el mantenimiento de la vida y la seguridad alimentaria del país.