El negocio de la cocaína en crisis: “Ya no es rentable”
- Colombia en alerta: posible ciclón tropical en el Caribe activa protocolos en el país
- “No he observado ningún cultivo” de coca “en el mundo que en un año se duplique”: Petro
En un reciente reportaje de la agencia AFP de Joaquín Sarmiento y Andrés Buitrago, se destaca la crisis inesperada que atraviesa el negocio de la cocaína en Colombia. Desde que los narcotraficantes desaparecieron, Carlos, un cocalero de 36 años, no logra encontrar compradores dispuestos a pagar un buen precio por los terrones de pasta de coca que tiene acumulados en su casa.
El auge de los opioides sintéticos como el fentanilo, la sobreproducción de coca y los golpes a los carteles son algunas de las hipótesis planteadas por expertos, cultivadores y autoridades ante el aparente colapso de la llamada “bonanza cocalera” en Colombia, el principal productor mundial de cocaína.
Según cifras oficiales, las finanzas de al menos 250,000 familias dependen de estos cultivos, lo que representa aproximadamente el 1.5% de los 50 millones de colombianos.
La crisis se extiende por la costa del Pacífico colombiano, una región empobrecida y dominada por disidentes de la guerrilla FARC que se apartaron del acuerdo de paz de 2016. En esta región se encuentra el 44% de las 204,000 hectáreas de cultivos de drogas en Colombia, según el último informe de las Naciones Unidas (2021).
Las autoridades están tratando de encontrar respuestas a esta contradicción. Hace dos años, Colombia alcanzó un récord en la cantidad de hectáreas sembradas de coca, pero a comienzos de 2023 los recolectores están pasando por penurias.
Julián Quintero, director de la ONG Échele Cabeza, dedicada al consumo de sustancias psicoactivas, sostiene que la cocaína cada vez tiene más “alcalinidad y rendimiento“, lo que implica que se necesitan menos hojas para producir cocaína.
El 13 de mayo, el presidente Gustavo Petro visitó Olaya Herrera, donde el precio del kilogramo de pasta de coca ha pasado de un promedio de 695 dólares a un máximo de 440 dólares. Petro señaló que es “probable que la baja demanda de pasta de coca” esté relacionada con el cambio en los hábitos de consumo de los estadounidenses, quienes ahora prefieren los opioides sintéticos, como las pastillas de fentanilo, que son más adictivas que la cocaína.
Incluso, Petro ha llegado a afirmar que la devaluación de la moneda local se debe en parte a la falta de circulación de dólares procedentes del narcotráfico. Según la Comisión Global de Política de Drogas, los ingresos provenientes del narcotráfico representaban entre el 2% y el 3% del PIB.