Andrés Fernández les pidió a campesinos entregar sus tierras a despojadores socios de Bula

Cuando Andrés Felipe Arias renunció al Ministerio de Agricultura para lanzarse a la presidencia, le dijo a su entonces jefe el presidente Uribe que Andrés Fernández era la persona idónea para reemplazarlo.

Fernández, quien trabajó durante 5 años como asesor para las regiones del ministerio de agricultura y fue gerente del ICA, era el hombre de confianza de Arias y del gobierno Uribe, tanto que fue elegido para defender el programa Agro Ingreso Seguro, denunciado en el Congreso por defraudar las arcas del Estado y entregar millonarios ricos aportantes de las campañas uribistas en lugar de a campesinos pobres.

Luego de que la Procuraduría destituyera e inhabilitara por 16 años a Arias por estos hechos, también suspendió de su cargo a Fernández.

Antes de salir del ministerio en septiembre de 2009, Fernández visitó María La Baja, Bolívar, una de las zonas más afectadas por Bloque Central Bolívar de las AUC y reportada por la prensa como la región de mayor despojo de tierras y posesión ilegal de estas por parte de los paramilitares.

No obstante las ilegalidades en las propiedades de aquel momento, Fernández se desbordó en elogios a favor de los empresarios de la Fundación Montes de María, para convencer a los campesinos que les vendieran sus tierras abandonadas.

Fernández se valió de su influencia en el uribismo para convencer a muchos de aceptar irrisibles sumas de dinero que ofrecían los empresarios, entre ellos un socio del tristemente célebre Otto Bula, hoy detenido por los sobornos de Odebrecht.

Los predios que logró Bula y su socio con impulso del gobierno fue ilegal como consta en varios procesos judiciales por despojo y desplazamiento. Su estrategia consistió en comprar cientos de pequeñas parcelas a bajo precio a campesinos que las abandonaron por masacres paramilitares, para venderlas a precios exorbitantes a grandes conglomerados.

Como en Agro Ingreso Segura, Bula y su socio Raúl Mora, englobaron las parcelas de reforma agraria y las convirtieron en grandes extensiones violando la ley que impedía la acumulación de baldíos a través de un entramado societario.

Manuel Angulo uno de los campesinos sobrevivientes de la incursión paramilitar de hace 20 años en San Jaciento Montes de María, murió cuando Noticias Uno lo iba a entrevistar en el camino hacia su rancho, que según repitió durante varios años, le quitó Otto Bula.

Manuel era parte de las 54 familias campesinas que salieron aterradas por las masacres paramilitares de los años 90 que provocaron el desplazamiento y desalojo de sus tierras.

Después de años de exilio y pobreza, los campesinos regresaron pero encontraron una región abandonada y cercada por un misterioso propietario a quien le tienen miedo.

El fallecido Manuel Angulo de 70 años se levantaba a las 3 de la mañana y caminaba desde el Plato Magdalena todos los días para llegar a su rancho, que fue quemado por quienes dicen ser los nuevos ocupantes.

Bula es conocido en el sur de Bolívar y Sucre como uno de los empresarios que presionó a los campesinos para que vendieran.

Los campesinos no quieren morir como Miguel Angulo, esperando a que el Estado les devuelva las tierras que Otto Bula les quitó, según indican ellos mismos y están reclamando en procesos judiciales.