Arte y terror: las cinco pinturas que representan temores y horrores de la humanidad
El terror ha sido una temática utilizada por muchos autores en sus pinturas. ¿Conocías estas?
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La pintura es una de las mejores artes que el ser humano ha utilizado a lo largo de la historia para contar historias y expresarse. Muchas de las obras de arte que los artistas han tratado, sin duda hablan del terror. Pero, ¿qué significado tienen algunas de ellas? Le contamos.
La pintura es considerada como una de las siete Bellas Artes que el ser humano ha usado como medio de expresión y formato para contar la realidad y su entorno. Durante siglos, la brocha, la pintura y una base para realizar su trabajo han sido utilizados como los objetos primarios para hacer obras que sin duda han quedado marcadas en nuestra historia. Si bien es cierto que muchos artistas emplearon paredes, techos y todo tipo de telas para hacer grandes pinturas como Miguel Ángel en la Capilla Sixtina o Da Vinci con su tan reconocida Gioconda, también que existen obras no tan reconocidas hechas en el lienzo.
Pero como ya se dijo con anterioridad, el arte representa la realidad y expresión de quienes pintan, y un área que es poco nombrada es el terror, este género que expresa la miseria y mayores temores de la humanidad con trazos y bordes que demuestran nuestros más profundos complejos. Y si bien es cierto que son muchos los artistas que pasan por esta línea sin siquiera notarlo, hay otros que no dudan en apostar toda su obra por este género tan especial. A continuación, presentamos, cinco obras de arte que sin duda son terroríficas.
Obras de arte: pinturas que expresan el miedo y el terror
La pintura ha tocado, al igual que muchas otras artes, toda la historia humana, y no es para menos, es una de los trabajos más respetados. Muchos son los géneros y las formas de pintar, algo que nos indica que no hay límites para la creatividad en este hacer. Y aunque varios artistas son tildados de locos, y algunas imágenes no son para todos, no hay duda de que en estas obras hay mucho temas de los cuales hablar. Pero, en este artículo, específicamente, de algunas pinturas que expresan terror.
El triunfo de la muerte
Esta obra de Pieter Bruegel, más conocido como (el viejo), pues su hijo, con el mismo nombre era “El joven”, pintó esta tabla en el siglo XVI, demostrando así que la humanidad no perderá de vista su atroz final y que por más que tenga o haga, al final, el apocalipsis llegará.
La pintura, hecha con mucho detalle, nos da a conocer a la muerte como esqueletos que se mueven y matan sin piedad a todas las personas. Son tan fuertes que la humanidad no puede enfrentarlas sin importar la riqueza y poder y el ambiente de destrucción es masivo. No hay espacio para la felicidad, solo destrucción y el fin de la vida en la tierra.
La hora de la muerte
Un fuerte, pero sincero dibujo de Alfred Kubin, donde nos presenta una vieja silla dispuesta en un sombrío lugar. En el espaldar de esta se ve una cuchilla corriendo en el sentido de las manecillas del reloj y cada número (aunque solo hay ocho) es una cabeza. Cada hora indica la muerte de una persona, y a Kubin no le tembló el pulso cuando de dibujarlo se trató.
Esta imagen nos recuerda que en cualquier momento nuestra vida puede llegar a su fin, y que por más que lo evitemos e ignoremos, ella nos alcanzará. Se hizo a principios de la primera década de 1900.
Retrato de Sue Black
Ken Currie se inspiró en la historia de la antropóloga forense Sue Black, quien es considerada como una de las mejores en su rama. Ella ha investigado casos de pederastia, y ha atrapado a los responsables de violaciones y asesinatos contra menores en su carrera.
El artista, quien conoce detalladamente algunos casos de Black, decidió pintar un retrato de ella en su trabajo. La imagen habla por sí sola. Una persona que conoce el horror de lo que significa estar entre la sangre y el crimen solo puede tener una expresión como la que se muestra en la pintura. La dureza y cansancio de su rostro, denotan el sentimiento de soledad e ira que una persona puede acumular trabajando en esta área del conocimiento. La imagen estuvo por un tiempo en la Galería Nacional de Escocia.
El retrato del papa Inocencio X de Velásquez
Francis Bacon es un artista que disecciona el cuerpo humano en sus pinturas. Se basó en el retrato del Papa Inocencio X, (que en la actualidad se encuentra en la galería Doria Pamphilj), e hizo su propia versión de la obra.
Esta aterradora versión acaba la riqueza y poder que Inocencio X demuestra en la pintura original, para hacer un grito entre pinceladas que parecen estar acabando con su presencia. Del rojo de sus ropas pasa al morado, que puede interpretarse como el paso del poder a uno más oscuro, de dolor, de flaqueza. De su rostro, deforme, solo se puede ver el grito que expresa. Sus manos están desapareciendo y de sus pies no hay conocimiento. Pequeñas gotas de lo que parece sangre, caen de la mitad de su cuerpo.
Las pinturas negras de Goya
Aunque estas catorce entregas del español son muy conocidas, pues destacan por su frialdad y maldad que Fernando de Goya creó en la que sería su última etapa creativa (1808-1828), es importante establecer que los significados de las mismas son críticos, pero por la sombría escenificación que le dio, parecen estar pasando por un futuro nada agradable.
Estas pinturas, que hizo en la pared de una casa cercana al río Manzanares, hacen parte del “tremendismo”, y aunque también expresan el estado de ánimo de Goya, son consideradas como la representación del miedo y los más oscuros deseos de la población española.
Son muy conocidas las obras Saturno o duelo a garrotazos, pero la Romería de San Isidro destaca porque en esta pieza se unen los sentimientos religiosos y las acciones profanas en una procesión que se dirige hacia al observador. No hace falta describir los horrores que pasan por las cabezas de las personas, pues en muchas se les ve el miedo, la locura y el horror de lo que se les avecina.
Bonus track: Fernando Botero
El terror no solo es psicológico o escrito. El miedo que el ser humano ha infundado en su propia especie por ideas contrarias, lo ha llevado a cometer terribles atrocidades. Fernando Botero lo sabía, y cuando conoció el horror que vivieron los rehenes en la guerra de Irak, no dudó en pintar sobre ellos. En una extensa galería de imágenes que sin duda son fuertes, pese a su boterismo, presentamos una de sus más conocidas pinturas de este arco, donde uno de los guardias golpea sin piedad a un hombre que tiene los pies amarrados, está vendado y no lleva ropa interior. En sus cuerpos hay marcas de los golpes que ha recibido. La realidad supera a la ficción y por eso esta pieza hace parte del top.
