¿Cuántas horas deberías dormir, según tu edad?

Todos hemos pasado por eso. Pones la alarma en tu celular para despertarte y te das cuenta que tan solo dormirás cinco o seis horas. Peor aún, tratas de dormir hasta tarde los fines de semana, pero tu cuerpo ya está acostumbrado a madrugar, así que no logras conciliar el sueño después de las 7:00 a.m.

Aunque las actividades laborales y los deberes personales y familiares pueden ser las causantes del poco tiempo que destinamos a dormir, deberíamos cumplir con un mínimo de horas para no perjudicar nuestra salud física ni emocional.

Las horas ideales

Algunos datos recopilados por la National Sleep Foundation indican cuáles deberían ser las horas de sueño, dependiendo la edad. Esta es la información recopilada por la institución:

Recién nacidos (0 a 3 meses): Lo recomendable es entre 13 y 17 horas al día. No son pertinentes más de 19 y menos de 11.

Bebés (4 a 11 meses): Se recomienda que duerman entre 12 y 15 horas. Se debe evitar que los bebés menos de 10 y más de 18.

Niños pequeños (entre 1 y 2 años): Entre 11 y 14 horas de sueño es lo aconsejable. Procure que sus niños no duerman menos de 9 ni más de 16.

Niños en edad preescolar (entre 3 y 5 años): Lo conveniente es entre 10 y 13 años. No debe sobrepasar las 14 horas, ni dormir menos de 8.

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Niños en edad escolar (entre 6 y 13 años): El tratamiento ideal es dormir entre 9 y 11 horas. No menos de 7, ni más de 12.

Jóvenes (entre 14 y 17 años): Lo apropiado son entre 7 y 9 horas, pero no se debe exceder de 11, ni dormir menos de 7.

Adultos jóvenes (entre los 18 y los 25 años): Entre 7 y 9 horas al día. No más de 11, ni menos de 6.

Adultos (entre 26 y 64 años): Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas, no menos de 6 ni más de 10.

Adultos mayores (desde 65 años): Entre 7 y 8 horas, no menos de 5, ni más de 9. 

¿Y si no duermo lo recomendable? 

Aunque puede que a corto plazo las consecuencias de dormir poco no sean tan notorias, con el tiempo tu cuerpo te demostrará que algo está fallando. Falta de concentración, agotamiento constante, trastornos gastrointestinales y envejecimiento precoz son algunas de las afecciones. 

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