Top Secret noviembre 13 de 2016

Manteniendo la libertad de prensa, maestro

En una cumbre del círculo más duro de la derecha colombiana, se convirtió el evento en que se presentó el libro del coronel en retiro Alfonso Plazas Vega, el mismo que coordinó el ingreso de las tropas al Palacio de Justicia y la salida de los rehenes de la cruenta toma de esa edificación por parte del M-19, en 1985.

Con esa frase que el país no olvida, Plazas Vega trató de explicar la retoma militar del Palacio que concluyó trágicamente con la pérdida de muchas vidas, desapariciones y llamas que destruyeron todo.

Plazas Vega estuvo detenido varios años mientras se le procesaba como uno de los responsables de la retoma sangrienta. Fue absuelto hace 11 meses por cinco magistrados contra tres togados que salvaron el voto en la Corte Suprema. Ahora lanza su libro con un título en que alude a su polémica frase de aquella época: ‘Manteniendo la democracia, maestro’ que les pareció retadora a los familiares de los desaparecidos.

Sorprendido con la pregunta de Noticias Uno, Plazas también aludió a la clásica respuesta del expresidente Uribe cuando no quiere contestar un interrogante molesto. La reportera continuó con su tarea de entrevistadora.

En esta ocasión explicó largamente que las víctimas eran del M-19 y no del Ejército. Insistente, nuestra periodista contrapreguntó si no creía que, como rezan las condenas que la justicia internacional le ha impuesto al Estado colombiano por este caso, también había agentes oficiales responsables del dramático hecho. Salido de casillas, Plazas la mandó a freír chorizos pero disfrazando su ira con una recomendación aparentemente profesional.

Han pasado 31 años y hasta algunos generales, superiores en rango de Plazas Vega, han reconocido los graves errores estratégicos que allí cometió la institucionalidad. Pero él aún no parece haber aprendido lecciones de humildad, de derecho humanitario ni de libertad de información.

Vuelve la “primera dama”

Los televidentes recuerdan el video exclusivo de Noticias Uno en que consta que la esposa del entonces presidente de la Corte Suprema, Leonidas Bustos, se divertía a sus anchas durante una de las reuniones cumbre de la corporación, en Cartagena.

Ella se llama Cristina Pineda Céspedes y le complacía mucho hacerse conocer como la Primera Dama de la Justicia aunque a muchos en la rama judicial les pareciera un poco estrambótico ese título.

Pineda ejercía como procuradora subalterna de Alejandro Ordóñez pero al presentarse, obligadamente, a un concurso para demostrar las calidades que poseía para estar en ese cargo, se rajó y tuvo que retirarse. Sin embargo, cayó para arriba, como reza un dicho popular.

El presidente Santos puso el nombre de la señora de Bustos en una de las ternas para que de estas, el Senado escoja a los miembros del nuevo Consejo de Disciplina Judicial, un cargo que es del mismo rango de los magistrados de las altas cortes. Parece extraño que después de perder una prueba de méritos, se le incluya entre los candidatos a un puesto de más alto perfil profesional, ya que si es elegida, será la jueza disciplinaria de todos los jueces. Lo que hacen las buenas conexiones.

El “excelente” Ordóñez

Y hablando de buenas conexiones o, mejor dicho, de tener influencias, en la rama judicial abunda este método poco ortodoxo. El exprocurador Alejandro Ordóñez que les exige transparencia a sus contradictores políticos, parece más suave consigo mismo.

El exalto funcionario será honrado con una alta condecoración, en un evento de especial protocolo que está programado para realizarse en el Casino de oficiales del Club de la Fuerza Aérea. Allí se le impondrá a Ordóñez la Orden Mérito a la Excelencia.

Se hizo acreedor a tan alta distinción por decisión de su Viceprocuradora y leal subalterna Martha Isabel Castañeda hoy procuradora general encargada, y de Christian José Mora, director del Instituto de Estudios Políticos de la Procuraduría. Estos son los mismos que invitan a la magna ceremonia.

Castañeda, la funcionaria que le entregará la condecoración a su exjefe ya tuvo su propia medalla simbólica: es firme candidata a pasar de su cargo en la Procuraduría, al de magistrada de la Corte Constitucional debido a la voluntad de los magistrados de otra Corte, la Suprema, quienes son, a su vez, grandes amigos de Ordóñez. Estos, algunos de los cuales están muy agradecidos con el exprocurador, la incluyeron en una lista de aspirantes a entrar en las ternas para presentarle su nombre al Senado. Por algo la sabiduría del pueblo dice: ayúdame que yo te ayudaré.