Un llamado a la verdad y la libertad de prensa, el legado de Jaime Garzón
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Las declaraciones de Mancuso ante la JEP sobre el asesinato del humorista Jaime Garzón y quienes dieron la orden, han puesto de relieve una de sus sabias frases: “El periodismo no debería ser el perro faldero del poder, debería ser su ladrador”. En su acusación, el exlíder paramilitar nombra varias empresas, incluyendo medios de comunicación que presuntamente apoyaron a las autodefensas en Colombia. Esta cita nos recuerda el legado de Jaime Garzón, su lucha por la libertad y la responsabilidad ética que tenemos como periodistas.
Garzón, un comediante colombiano asesinado por ser un apasionado de la libertad, sigue siendo un referente para muchos, incluso después de 24 años de su trágica muerte, ya que todavía tenemos interrogantes sin resolver. A pesar de las amenazas y el peligro que enfrentó, Garzón nunca se amedrentó y continuó defendiendo la verdad y la justicia a través de su trabajo.
Desde el inicio de mi formación como periodista, Jaime Garzón ha sido uno de mis pilares éticos. Admiro su capacidad para informar sin miedo a incomodar. Una de sus frases más conocidas, “si ustedes, los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvarlo. ¡Nadie!”, sigue resonando en nuestros corazones. Garzón continúa vivo a través de sus ideas y las ideas de libertad en las que muchos jóvenes nos vemos reflejados.
La libertad de prensa no es un privilegio, sino un derecho fundamental. Como ciudadanos colombianos, es nuestra responsabilidad exigir a nuestros gobiernos y líderes, sin importar su orientación política, que respeten y promuevan este derecho inalienable.
Es importante resaltar que la lucha de Jaime Garzón no fue en vano. Su legado nos inspira a seguir defendiendo la libertad de prensa en un momento crucial para nuestro país. En medio de desafíos y amenazas constantes, nos muestra la importancia de un periodismo valiente y comprometido, dispuesto a desafiar las injusticias y a cuestionar el poder establecido.
En estos tiempos convulsos, en los que la desinformación y las noticias falsas se propagan rápidamente, es esencial que los periodistas mantengan su integridad y su compromiso con la verdad. La libertad de prensa no puede ser coartada por intereses particulares o por presiones externas. Es responsabilidad de todos velar por su preservación y garantizar que los periodistas puedan ejercer su labor de manera segura y sin temor a represalias.
La memoria de Jaime Garzón nos recuerda que el periodismo no debe convertirse en un instrumento sumiso al servicio del poder, sino en un bastión de la sociedad, dispuesto a desafiar, investigar y dar voz a quienes no la tienen. Garzón fue un defensor incansable de los derechos humanos, un crítico agudo de las injusticias y un comediante comprometido con su país. Su partida prematura fue una pérdida irreparable, pero su espíritu pervive en cada periodista que lucha por la verdad y la justicia.
*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores, y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.