En un hito significativo para la comunidad de Unguía, Chocó, se ha declarado al municipio libre de minas antipersona, ofreciendo una nueva esperanza para sus habitantes.
Tras un arduo proceso de desminado liderado por la campaña nacional contra minas y con la colaboración activa de la comunidad local, se han eliminado los artefactos explosivos que durante años amenazaron la seguridad y la vida de los residentes.
El equipo especializado en desminado, junto con expertos internacionales, recorrió exhaustivamente 20 sectores del municipio, inspeccionando y limpiando cada centímetro de tierra.
Según Ralf Dillman, director encargado de la campaña nacional contra minas, se destruyeron dos minas y dos artefactos explosivos, despejando un área de aproximadamente 1,200 metros cuadrados.
Este esfuerzo ha sido crucial para garantizar la seguridad de la población y facilitar el retorno de las comunidades étnicas desplazadas.
Impacto en la Comunidad
Para personas como Harmenson Córdoba, víctima de una mina antipersonal, la declaración de un territorio libre de minas es un paso vital hacia la recuperación. Córdoba, quien perdió la capacidad de realizar sus actividades agrícolas, destaca la importancia de este logro para su comunidad.
“Todavía me siento campesino, y no poder trabajar es un peso enorme. Pero saber que nuestro territorio está libre de minas nos da esperanza para el futuro”, expresó Córdoba.
A pesar del avance en la eliminación de minas, los líderes comunitarios subrayan que la paz verdadera solo se alcanzará con el compromiso de todos los actores armados. La presidenta de la asocomunal de Unguía, Ana Lucila Mestra, hizo un llamado al gobierno para que se establezca un diálogo inclusivo con todos los grupos violentos, incluyendo el Ejército Gaitanista, para asegurar la no repetición de la violencia.
El alcalde de Unguía, Marlon Alberto Gil, también destacó la importancia de la paz para el desarrollo sostenible del municipio. “Hemos dado un paso significativo, pero necesitamos una paz digna que permita el progreso y la estabilidad en nuestra región”, afirmó.
Los representantes de las cinco comunidades étnicas de Unguía han solicitado la presencia del alto comisionado de paz en el territorio. Buscan la instalación de una mesa de diálogo que incluya a las víctimas del conflicto, con el fin de construir un futuro más seguro y próspero para todos.