Familias de detenidos de la Primera Línea dudan sobre sus posibles nombramientos como gestores de paz

Tras la expedición del decreto que acerca aún más la posible libertad de muchos integrantes de la ‘Primera Línea’ y que podrían ser nombrados gestores de paz, varias familias de los detenidos reaccionaron con incertidumbre, otras piden que se revisen los casos de los jóvenes que ya han sido condenados.

Doña Martha es la madre de Adriana Esperanza Bermeo, una estudiante y trabajadora que aprendió ingles de manera empírica y que le permitió trabajar en un call center. Sin embargo, no era ajena al estallido juvenil de inconformidad en las calles del país.

“Adriana se dedicaba a hacer ollas comunitarias y pintar murales, porque esa es su pasión: pintar” dice doña Martha.

Adriana tiene 28 años y pese a que podría ser beneficiaria de una pronta libertad, su familia veo las cosas con escepticismo:“Ver para creer” dice doña Martha, que recuerda que desde la posesión del presidente Petro se han anunciado liberaciones y hasta ahora no ha pasado nada.

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Como doña Martha la familia de Johan también vive su propio drama. Johan era un integrante de la primera línea en el Portal de las Américas o ‘Portal Resistencia’.

Estuvo más de un año detenido en la cárcel de máxima seguridad de la Tramacúa, en Valledupar. Hace tres días y gracias a una huelga de hambre fue trasladado a Bogotá. Ya fue condenado a catorce años, pero su familia pide revisar su caso.

“Queremos la absolución de todos los detenidos y que se consideren como actores políticos. ellos no son delincuentes a los que se está perdonando, por eso la amnistía o el indulto nos genera ruido. Nosotros no tenemos que pedir perdón por salir a protestar”, asegura Yulieth Navarrete, compañera sentimental de Johan.

En el presidente Petro y en una verdadera justicia ponen su esperanza estas familias para poner fin a su drama.