Aprueban proyecto de ley que condena a cirujanos que usen biopolímeros en cirugías estéticas

Este miércoles se aprobó, en cuarto y último debate, el proyecto de ley que prohibe los procedimientos estéticos con biopolímeros y penaliza a los médicos cirujanos que realicen este tipo de operaciones qurúrgicas, recurriendo al uso de estas sustancias.

Quien lidera este proyecto es Norma Hurtado Sánchez, congresista del Partido de la U y presidenta de la Comisión IV del Senado, quien explica los detalles de la iniciativa de ley.

“1-Crear el tipo penal de lesiones personales por uso de sustancias modelantes o biopolímeros. 2- Establecer medidas de protección a las víctimas. 3- Promover estrategias preventivas. 4-Regular el uso, comercialización y aplicación de estas sustancias.”, reseña la senadora Hurtado.

“También establece: -Adoptar un protocolo de atención en salud física y mental para el tratamiento de pacientes afectados. -Crear un listado de profesionales e instituciones habilitadas para la práctica de procedimiento estéticos. -Establecer mecanismos de vigilancia.”, amplía.

El caso de Elizabeth Loaiza

La modelo y exreina de belleza Elizabeth Loaiza, fue una de las voceras que se sumó a la iniciativa de ley, y quien fue víctima de estos procedimientos estéticos negligentes: Loaiza sufrió hace meses una extracción de biopolímeros en uno de sus glúteos, que le dejó graves secuelas en esa parte del cuerpo.

A través de su cuenta de Instagram, la también influencer expresó su satisfacción por la aprobación del proyecto de ley, que ahora pasará a sanción presidencial.

La batalla jurídica que ganó Jessica Cediel

El caso de la actriz Jessica Cediel es uno de los más reconocidos a nivel nacional: pues la Corte Suprema, en agosto de 2022, condenó al cirujano Martín Horacio Carrillo -quien le aplicó biopolímeros a Cediel- a 48 meses de cárcel, y a inhabilidad de seis meses, por las lesiones personales causadas a la también presentadora bogotana.

Según el expediente de la Sala Penal, Carrillo era amigo de Cediel y le ofreció, en ese momento, la aplicación de 50 mililitros de ácido hialurónico en cada glúteo como un canje para que ella le retribuyera el procedimiento con publicidad.

Seis meses después de la aplicación, Cediel comenzó a sentir dolencias y consultó a cirujanos que dictaminaron que lo que Carrillo le aplicó no fue ácido hialurónico, considerado “una sustancia inocua y reabsorbible que desaparece del cuerpo luego de algunos meses”, sino silicona líquida, sustancia que “no se reabsorbe”.

La Corte advirtió que el doctor Carrillo sabía que el producto que compraba era fraudulento o ‘chiviado’, pero él alegó lo contrario. De hecho el tribunal encontró que compró el producto por un precio “358 veces menor del que esa molécula tenía en el mercado”.