Ni adulta ni asesina: la verdadera historia de la niña ucraniana con enanismo
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La historia de Natalia Grace, una supuesta adulta con enanismo acusada por sus padres adoptivos de intento de asesinato, le ha dado la vuelta al mundo. El caso incluso se ha comparado con la película ‘La huérfana’ y ha copado los titulares de los medios en los cinco continentes, pero la verdad poco a poco ha salido a la luz y la increíble historia sería un engaño de la expareja que adoptó a la menor.
Kristine Barnett y su ahora exesposo Michael Barnett, de Indiana (EE. UU.) adoptaron a la joven de origen ucraniano en el año 2010 y, desde entonces, el certificado de nacimiento de la niña ha sido una de las partes más controvertidas de esta historia.
En el momento de la adopción, la partida de nacimiento tenía fecha del 4 de septiembre de 2003, pero los padres rechazaban esta versión. Según el diario The Sun, en ese momento, un informe médico daba cuenta de que la niña tenía una edad aproximada de ocho años. En 2010 se le realizó otro examen donde se aproximó la edad a los 11 años.
Lo cierto es que Natalia Grace padece de displasia espondiloepifisaria congénita, un trastorno de los huesos que produce baja estatura, anormalidades esqueléticas y, en ocasiones, miopía severa, pérdida auditiva o pubertad precoz.
En una entrevista con DailyMailTV, la señora aseguró: “la estaba bañando y me di cuenta de que tenía vello púbico. Me quedé en shock. Me habían dicho que tenía ocho años y era muy evidente que no tenía esa edad”, relató la acusada.
En el año 2010, los Barnett le cambiaron la edad a Natalia ante un juez asegurando que la joven en realidad era una adulta de 22 años que quería atentar contra todos los miembros de su familia.
“Ella hacía declaraciones y hacía dibujos diciendo que quería matar a miembros de la familia, enrollarlos en una manta y ponerlos en el patio trasero”, dijo según Kristine sobre Natalia a la cadena DailyMailTV.
Por las denuncias de la madre adoptiva, la menor habría sido internada en una unidad psiquiátrica del Indiana University Healt hasta octubre del 2016, sin embargo, el instituto no confirmó la información aduciendo una “política de privacidad de pacientes”.
Paralelamente en la casa de los Barnett, la creciente fama de uno de los tres hijos biológicos de la pareja destacaba en matemáticas, así que la familia se dispuso a trasladarse a la ciudad canadiense de Waterloo, donde se interesaron por las capacidades del niño, pero sin Natalia.
En septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar, los Barnett alquilaron un apartamento en la ciudad de Lafayette y dejaron allí a Natalia con el alquiler pagado durante un año, amparados en que supuestamente era mayor de edad. Cuando se cumplió el año, Natalia fue expulsada de la vivienda.
Según el diario digital español El Confidencial, una compañera de clase en la Academia Lafayette Adult Resource advirtió al director de la institución que Natalia había dejado de ir a clase, por lo que él dio aviso a las autoridades y ahí fue cuando el sheriff del condado intervino, abrió el proceso judicial contra los Barnett y destapó la increíble historia que se ha hecho mediática.
¿Qué ocurrió desde finales del 2016 hasta la fecha?
Las investigaciones avanzan pues, según los medios, no queda claro cómo Natalia logró sobrevivir sola durante este tiempo. Pero según testimonios recopilados por El Confidencial, algunos vecinos declararon sobre el caso: “Mi hija se encontró a esta pequeña chica sentada en un porche, sola, sucia, sin zapatos y hambrienta. Los vecinos le dijeron que sus padres la habían abandonado para salir del país, diciendo que tenía 22 años. Mi hija empezó a hacer viajes diarios para cuidarla. Ninguno de nosotros sabemos cómo los padres adoptivos fueron capaces de cambiarle la edad (…) Ella tiene ahora 16 años de verdad”.
Entre tanto, Kristine Barnett se entregó a las autoridades el jueves 19 de septiembre y fue liberada después de pagar una fianza de 5,500 dólares. Su exesposo, Michael, se presentó a la policía el 18 de septiembre y fue puesto en libertad inmediatamente.
Natalia vive ahora con una nueva familia que pertenece a una comunidad cristiana.