Boris Candela: el héroe anónimo que cambió el rumbo del fútbol colombiano

Boris Candela puede que no sea un nombre familiar para muchos, pero su papel en la historia reciente del fútbol colombiano es innegable. Este hombre se convirtió en una figura clave que influyó en el destino de la selección nacional de Colombia, especialmente en lo que respecta al exentrenador Hernán Darío “el Bolillo” Gómez, quien enfrentó una situación crítica en agosto de 2011 después de un incidente en una discoteca de Bogotá.

El episodio tuvo lugar el domingo 7 de agosto de 2011, cuando “el Bolillo” salía de El Bembé, un conocido establecimiento de rumba salsera en el centro de la capital, en compañía de una mujer.

Candela, cuyo oficio incluía cuidar vehículos, vender incienso y ayudar a los clientes a conseguir taxis, se encontró en medio de la multitud que estaba a punto de linchar al exentrenador debido a la agresión que supuestamente había cometido contra su acompañante, quien se cree que era su amante.

En una entrevista posterior, Candela relató cómo él y un amigo lograron llevar a “el Bolillo” y a la mujer hasta la carrera séptima para que pudieran tomar un taxi. Como muestra de gratitud, el técnico le entregó 100 mil pesos y se marchó con su pareja. Sin embargo, minutos después regresaron, ya que la mujer había olvidado su bolso en la discoteca.

Días después, Candela se convirtió en una figura viral gracias a su entrevista en Caracol Televisión, donde detalló el incidente con “el Bolillo” en las primeras horas de agosto.

“Salí de El Bembé y vi cómo le pegaba a una mujer como si fuera un hombre. La estaba golpeando con fuerza, y la gente de El Bembé se enfureció. Más de uno estuvo a punto de linchar a ‘el Bolillo'”, declaró Candela.

Este escándalo obligó al entrenador a renunciar a la Selección Colombia poco después de que se hiciera público el video del incidente. Aunque “el Bolillo” admitió su error y pidió disculpas públicas, ya era demasiado tarde para evitar las críticas y el rechazo del público en general.

Candela, por otro lado, se convirtió en un héroe nacional para muchos colombianos, quienes lo vieron como el hombre que sacó a “el Bolillo” del camino y permitió la llegada de un entrenador interino, Leonel Álvarez, y posteriormente del argentino José Pékerman, quien asumió el cargo en enero de 2012. Pékerman logró clasificar a Colombia para la Copa Mundial después de 16 años de ausencia y dirigió una generación de jugadores que proporcionó momentos icónicos e inolvidables para el pueblo colombiano.

El habitante de calle recibió el apoyo y el reconocimiento de miles de personas, quienes lo felicitaron por su valentía y ofrecieron ayuda para mejorar su situación. Incluso hubo quienes sugirieron que debería postularse para la Alcaldía o recibir una medalla por su servicio al país.

A pesar de la fama repentina, Candela no experimentó cambios significativos en su vida. Siguió viviendo en la calle, enfrentando problemas de adicción a las drogas y el alcohol, y trabajando ocasionalmente como cuidador de vehículos. A pesar de su deseo inicial de conocer a José Pékerman y a los jugadores de la selección, esa oportunidad nunca se materializó.

Hoy, a una década del incidente, Boris Candela sigue siendo recordado como el habitante de calle que salvó a “el Bolillo” Gómez y contribuyó al cambio de rumbo de la selección Colombia hacia la gloria. Su historia es un recordatorio de cómo un individuo común puede tener un impacto extraordinario en el mundo del deporte y la sociedad.