Loncheras deliciosas y saludables para el regreso a clases: cuidemos la alimentación

Con el inicio de clases cada vez más cerca, muchos padres se enfrentan a las preguntas sobre qué poner en la lonchera para que los niños y jóvenes se alimenten de manera balanceada, pero sin que sientan que están comiendo algo que no les guste. En tiempos en los que las opciones ultraprocesadas son tentadoras y a menudo más accesibles, el desafío de ofrecer alternativas saludables que los pequeños disfruten y que, además, sean prácticas para las ajetreadas mañanas escolares, es mayor que nunca.

Se trata de equilibrar las opciones y ofrecer alternativas nutritivas que también sean atractivas y divertidas. A continuación, te ayudaremos con algunas ideas creativas para preparar loncheras que no solo nutrirán a los niños, sino que también estimularán su curiosidad y su amor por la comida saludable.

• El color en la lonchera: la variedad

El primer truco para hacer una lonchera irresistible es incorporar una variedad de colores; escoger alimentos de diferentes grupos como frutas, verduras, proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Un plato lleno de colores no solo es visualmente atractivo, sino que también indica que el niño está recibiendo una gama completa de nutrientes.

Por ejemplo, se pueden incluir rodajas de zanahoria y pepino, manzanas rojas o uvas moradas, y unas cuantas fresas o mandarinas. Las frutas y verduras de colores vibrantes son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales, fundamentales para el desarrollo físico y cognitivo de los niños.

• Snacks con “superpoderes”

Una tendencia creciente en la alimentación infantil son los snacks con “superpoderes”; alimentos funcionales que ofrecen más que solo nutrición básica. Entre estos estarían el aguacate, las nueces, las semillas de chía o las almendras pueden incluirse en la lonchera de manera creativa. Por ejemplo, un pequeño tazón de yogur griego con frutas y semillas de chía no solo es delicioso, sino también una excelente fuente de fibra y proteínas, esenciales para la energía y el crecimiento.

• Alternativas divertidas a los sándwiches tradicionales

Aunque el sándwich sigue siendo uno de los alimentos más populares en las loncheras, es posible darle un giro saludable y divertido. En lugar de usar pan blanco, prueba con pan integral, pita, o incluso tortillas de maíz o espinaca. Puedes rellenarlas con pollo, atún, huevo o hummus, acompañados de hojas de espinaca, rodajas de pepino o aguacate.

Para que el almuerzo sea aún más entretenido, prueba darle forma a los sándwiches usando cortadores con formas divertidas, como estrellas o animales, que atraerán la atención de los niños y harán que se entusiasmen con lo que hay dentro de la lonchera.

• Incorporando proteínas de manera creativa

Las proteínas son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los niños. Sin embargo, a veces es difícil que ellos disfruten de carnes o legumbres de forma regular.

Para solucionar este problema, una buena opción es incorporar proteínas de manera más divertida; las mini brochetas de pollo o carne, acompañadas de tomates cherry y trozos de queso, pueden ser un gran acierto. Si prefieres una opción vegetariana, las bolitas de lentejas o garbanzos sazonadas con hierbas son una excelente fuente de proteínas y, además, muy fáciles de comer.

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• El toque dulce de la lonchera

Si bien las golosinas y postres tradicionales suelen ser altos en azúcar, hay formas de incluir un toque dulce en la lonchera de manera saludable. Las barras de granola caseras, las galletas de avena con trozos de frutas secas o el pastel de zanahoria sin azúcar añadido son opciones nutritivas que permiten disfrutar de un dulce sin caer en excesos.

También puedes preparar paletas heladas con jugo de frutas natural y pedacitos de frutas. Son frescas, sabrosas y una excelente alternativa a los jugos azucarados o los refrescos.

• La importancia de la hidratación

No hay que olvidar que una lonchera saludable también debe incluir líquidos. Si bien el agua es siempre la mejor opción, puedes variar un poco con infusiones de frutas naturales, como agua con rodajas de pepino y limón o té helado sin azúcar. De esta manera, los niños se mantienen hidratados sin recurrir a las bebidas azucaradas.

Las loncheras saludables y divertidas no necesitan ser complicadas ni rígidas, se trata de crear un equilibrio entre alimentos frescos, nutritivos y sabrosos, mientras se introduce creatividad en su preparación. La clave está en ofrecer alternativas que alimenten tanto el cuerpo como el alma, asegurando que los niños tengan suficiente energía para enfrentar el día escolar con vitalidad, sin renunciar al placer de comer.