El papa Francisco decidió modificar el ‘Padre Nuestro’
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La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) adoptó una nueva versión del Misal Romano, aprobada por el papa Francisco, que incluye cambios en la oración del ‘Padre Nuestro’.
El Padre Nuestro en italiano incluía la frase “non ci indurre in tentazione”, que en español se traduce como “no nos induzcas a la tentación”. Ahora ha sido cambiada por “non abbandonarci alla tentazione”, que quiere decir “no nos abandones a la tentación” en español.
En 2017, Francisco defendió que esa frase en la versión en italiano no era correcta, porque dijo que Dios no puede inducir a los hombres a la tentación y era más adecuado usar la frase “no nos dejes caer en la tentación”.
“En la oración del Padre Nuestro, que Dios nos induzca en tentación no es una buena traducción. También los franceses han cambiado el texto con una traducción que dice: ‘no nos dejes caer en la tentación’. Soy yo quien cae, no Dios quien me arroja”, dijo el pontífice en su momento.
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La nueva fórmula adoptada por la Iglesia italiana es por lo tanto similar a la empleada desde hace muchos años en España, “no nos dejes caer en la tentación”. Ahora, las Conferencias Episcopales del mundo podrán elegir si siguen la decisión de los obispos de Italia de revisar el rezo más extendido del catolicismo.
Así quedó la versión en italiano del “Padre nuestro” tras la modificación:
Padre nostro, che sei nei cieli,
sia santificato il tuo nome,
venga il tuo regno,
sia fatta la tua volontà
come in cielo così in terra.
Dacci oggi
il nostro pane quotidiano,
e rimetti a noi i nostri debiti
come noi li rimettiamo
ai nostri debitori,
e non abbandonarci alla tentazione,
ma liberaci dal male.
Amen.
La versión en español que se usa en Latinoamérica:
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.