Ilustradora colombiana admitió que exageró en su participación en “El niño y la garza”

En redes sociales se ha desatado una fuerte polémica por el engaño de una diseñadora gráfica colombiana, que habría mentido sobre su participación en una reconocida película animada que fue galardonada con el Globo de Oro.

La diseñadora barranquillera Geraldine Fernández, fue tendencia luego de afirmar que hizo parte del equipo de ilustradores de la nueva película del genio del anime Hayao Miyazaki, el niño y la Garza, que se estrenará en Colombia el 25 de enero.

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“Cuando realizamos los trabajos él me decía la colombiana que haga esto o que haga lo otro, pues en los fotogramas que estaban realizando la colombiana en tres ocasiones estuve contacto directo cuando firmé el contrato, cuando estaba el 50% de la película y ya al final de la película (…) todas las escenas todo lo que tú realizas de la película está hecho a mano, hay retoques digitales, sí, pero son muy mínimos o son como ajustes de color como para que todo tenga una simetría tengo que realizar en 25.000 hojas de papel la escena, ilustro la misma escena 25.000 veces”, decía en un video la ilustradora.

Resulta que en los estudios Ghibli, encargados de la producción, no saben quién es ella y mucho menos su nombre aparece en los créditos, sin embargo, en Colombia ella daba conferencias y entrevistas hablando de su gran logro profesional al decir que tuvo que realizar secuencias para la historia con 25.000 dibujos.

Incluso estuvo en las páginas principales de periódicos como El Heraldo hablando de su trabajo en la película que recientemente ganó el Globo de Oro.

También salió a la luz que sus estudios en animación en una universidad de Tokio supuestamente tampoco son reales; finalmente, ante varios medios de comunicación y tras la ola de comentarios y ataques que recibió en redes sociales, admitió que exageró la historia, pues no habrían sido 25.000 los trazos que hizo, sino solo 200; sin embargo, no se tienen pruebas de lo dicho por la mujer.

Aseguró que unas amigas suyas fueron las encargadas de dar aviso a la prensa de la supuesta, hazaña y que ella, por no quedar mal, prefirió seguir la corriente.