La gran diferencia entre un lobo y un perro raza husky: no son como parecen
Aunque los perros husky son, en muchas ocasiones, confundidos con los lobos, las razones que los diferencian son muchas. Se las contamos.
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La relación entre un lobo y un perro raza husky se basa en su origen común, ya que ambos pertenecen a la especie ‘Canis lupus’. Los lobos son el modelo salvaje, mientras que los perros, como otras razas, son el resultado de la domesticación y selección humana a lo largo de miles de años.
Los husky y lobos comparten una gran parte de su ADN, siendo genéticamente muy similares. Por eso, el aspecto físico de los perros recuerda al de los lobos; con orejas levantadas, hocico largo y pelaje esponjoso. Además, ambas especies son consideradas animales sociales, que en la naturaleza tienden a vivir en grupo o manada.
Sin embargo, aunque comparten ancestros en común, también existen diferencias abismales en características como su tamaño, comportamiento y más.
Las grandes diferencias entre un lobo y un husky
En cuanto a su tamaño, los lobos son mucho más grandes y musculosos; pueden medir entre 1.2 y 1.8 metros de largo y pesar entre 30 y 80kg, mientras que las mascotas cuentan con un peso promedio de 20 a 27 kg y una altura de 50 a 60 cm.
El color de ojos de los animales salvajes, generalmente, está entre tonos dorados o ámbar, mientras que los de los perros suelen ser azules, marrones o, es muy común, con heterocromía.
Otro de los grandes diferenciales es el pelaje, y es que, aunque el husky lo tiene grueso, el de los lobos alcanza un nivel más alto para adaptarse a climas extremos.
En cuando a la comunicación, los lobos aúllan para comunicarse a largas distancias, coordinar cacerías y mantener la cohesión de la manada, mientras que los perros, que sí aúllan más que otras razas, lo hacen como un vestigio del comportamiento lupino.
Los lobos, por su parte, son cazadores natos, capaces de recorrer grandes distancias en busca de presas y pueden sobrevivir días sin comida si es necesario, mientras que los perritos fueron criados para resistir el frío y trabajar durante horas tirando de trineos. Sin embargo, dependen completamente de los humanos para su alimentación y cuidado.
