¿Qué es la tanatopraxia?: la valiente profesión en las funerarias
Nuestro periodista Héctor Sarasti hizo una cruda inmersión en un laboratorio forense para enterarse más acerca de esta profesión.
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El aumento de las muertes violentas en Colombia, y sobre todo el sicariato en nuestras calles ha hecho que los tanatólogos, quienes arreglan los cadáveres, se vean inmersos en requerimientos “curiosos” y raros que hacen los familiares de los fallecidos
La Tanatopraxia es un procedimiento técnico-funerario que tiene como objetivo conservar temporalmente el cuerpo de una persona fallecida, a través de técnicas de higiene, desinfección y embalsamamiento.
Esta práctica, llevada a cabo por profesionales especializados, no solo preserva la dignidad del difunto, sino que también permite a los seres queridos despedirse en un entorno más sereno y natural, facilitando el proceso de duelo y la conmemoración del último adiós.
Nuestro periodista Héctor Sarasti hizo una cruda inmersión en un laboratorio forense para conocer este trabajo, y se llevó muchas sorpresas.
Al año se atienden en Colombia 210 mil servicios funerarios por parte de empresas que en un 80 por ciento son de origen familiar. Este es un sector que ha ido diversificando los servicios que presta, entre otros servicios, asesoría sicológica, jurídica, y religiosa. Por eso ha experimentado un crecimiento económico del 20 %.
Curiosidades en la tanatopraxia
Para iniciar, los profesionales de esta área identifican si es una muerte natural o violenta. Entre las cosas más complicadas está la tristeza que sienten al ver como mueren las personas. Sin embargo, transformarlas y darle un alivio a la familia hace más ameno el trabajo.
Los especializados en la tanatopraxia lo definen cómo un arte, no obstante los familiares hacen solicitudes bastante particulares de acuerdo a sus creencias o cultura. Palillos, fósforos, botones y cuerdas, son solo algunos de los artículos que solicitan ellos para capturar a las personas que les hacen daño o impedir que se lleve a otros.
Algunos incluso solicitan que dejen a los niños con los ojos abiertos para que vean el camino para andar. Esto no es todo, las personas también piden el celular de las víctimas y desbloquean con su huella.
“Desde que no sobre pase los límites de la moral lo hacemos”, indicó una tanatopractora.