¿Auge de apartaestudios? Exploramos la tendencia hacia viviendas más pequeñas en Bogotá
#SinCarreta | Lina María Sandoval se adentró en uno de estos hogares, a menudo comparados con cajas de fósforos por su tamaño compacto.
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En medio del ajetreo urbano de Bogotá, una tendencia en el mercado inmobiliario ha captado la atención de muchos: el creciente interés por los apartamentos pequeños, especialmente los conocidos como apartaestudios o apartamentos fósforo. ¿Qué impulsa esta preferencia por espacios reducidos? ¿Es una cuestión de elección o de necesidad económica?
Lina María Sandoval se embarcó en la misión de explorar este fenómeno, adentrándose en uno de estos diminutos hogares, a menudo comparados con cajas de fósforos por su tamaño compacto. Lo que descubrió revela una serie de motivos que están impulsando esta tendencia en la capital colombiana.
Una de las razones más evidentes es el factor económico. Con los precios de la vivienda en constante alza, especialmente en zonas urbanas, los apartamentos pequeños representan una opción más asequible para aquellos que desean independencia residencial sin sacrificar una gran parte de sus ingresos en pagos de hipoteca o arriendo.
Pero más allá del aspecto financiero, también hay un cambio cultural en juego. Cada vez más personas optan por un estilo de vida más minimalista, donde la simplicidad y la practicidad son prioritarias. Este cambio se refleja en la creciente aceptación de espacios reducidos que requieren menos mantenimiento y ofrecen una vida más simplificada.
Otro factor importante es la disminución de la cantidad de personas que desean tener hijos. En un mundo donde las prioridades y aspiraciones individuales están en constante evolución, muchas parejas optan por vivir sin descendencia o aplazar la decisión de tener hijos. Esto hace que los apartaestudios, diseñados principalmente para una o dos personas, sean una opción más atractiva y funcional.
Los apartamentos pequeños también ofrecen otras ventajas, como la facilidad de mantenimiento, la eficiencia energética y la ubicación estratégica en áreas urbanas densamente pobladas. Además, muchos de estos edificios ofrecen áreas comunes bien equipadas, como gimnasios, salas de reuniones y terrazas, que compensan el espacio limitado dentro de las unidades individuales.
Según datos del Censo Inmobiliario de 2023, más de la mitad de los apartamentos censados en Bogotá el año pasado tenían menos de 40 metros cuadrados. Esta estadística confirma la creciente popularidad de las viviendas pequeñas en la ciudad, sugiriendo que la tendencia hacia espacios reducidos está lejos de desaparecer.