Vida después de la cárcel: astrólogo de La Picota lucha por reintegrarse en la sociedad
#SinCarreta | La vida después de la cárcel, para Edgar Arias, es una lucha diaria, una prueba constante de su resiliencia y su deseo de reconstruir su vida desde cero.
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Edgar Arias, conocido en La Picota como ‘el astrólogo’, se encuentra nuevamente en libertad tras cumplir una condena de 10 años en una de las cárceles de alta seguridad más reconocidas del país. Sin embargo, su salida de prisión ha revelado un nuevo tipo de encarcelamiento: la imposibilidad de reintegrarse plenamente en la sociedad.
Durante su tiempo en prisión, Arias se ganó su apodo por ofrecer lecturas astrológicas a sus compañeros de prisión. Este peculiar rol le brindó un propósito y cierta aceptación dentro de las murallas, pero afuera, la historia es completamente diferente. Desde que recuperó su libertad hace menos de dos semanas, ha encontrado puertas cerradas a cada paso.
“Es como si la pena no terminara nunca”, comentó Arias, visiblemente afectado.
La estigmatización por sus antecedentes penales le impide encontrar empleo, y la burocracia le ha negado incluso la apertura de una cuenta bancaria, esencial para cualquier tipo de transacción en la vida moderna.
Arias es solo un ejemplo de muchos exconvictos que, después de pagar su deuda con la sociedad, se enfrentan a barreras casi insuperables. La reinserción social de exreclusos sigue siendo un reto mayúsculo en el país, y la falta de oportunidades solo perpetúa el ciclo de marginación y, a menudo, de reincidencia.
El caso de Arias también pone en evidencia la necesidad de políticas más inclusivas que faciliten la reintegración de exconvictos, brindándoles herramientas y oportunidades reales para empezar de nuevo. Sin estas, muchos, como Arias, se encuentran en una prisión invisible, atrapados entre su pasado y una sociedad que no está dispuesta a darles una segunda oportunidad.
Mientras tanto, Edgar Arias sigue buscando su lugar en el mundo exterior, con la esperanza de que, algún día, su historia de redención y superación sea un precedente que inspire cambios necesarios en el sistema.