Acoso laboral, un mal que acecha a trabajadores en Colombia: “Uno no sabe a quién acudir”
#Video | ¿Qué dicen los colombianos sobre el maltrato laboral?, ¿han vivido una experiencia cercana al acoso?, es más común de lo que se piensa.
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El maltrato laboral se refiere a cualquier comportamiento abusivo o inapropiado en el lugar de trabajo que puede incluir acoso, discriminación, intimidación, y cualquier forma de violencia psicológica o física. Este tipo de comportamiento puede provenir de superiores, compañeros de trabajo, o incluso de subordinados, y puede tener efectos devastadores en la salud mental y emocional de los empleados, afectando su productividad y bienestar general.
El burnout, por otro lado, es un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el estrés crónico en el lugar de trabajo. Este síndrome se caracteriza por sentimientos de agotamiento, falta de motivación, disminución de la eficacia laboral y una actitud negativa o cínica hacia el trabajo. Los síntomas pueden incluir fatiga extrema, insomnio, problemas de concentración, irritabilidad, y problemas físicos como dolores de cabeza o problemas gastrointestinales.
La relación entre el burnout y el maltrato laboral es significativa, ya que el maltrato puede ser un factor contribuyente importante al desarrollo del burnout. Un ambiente de trabajo tóxico y hostil puede aumentar los niveles de estrés y agotamiento, llevando a los empleados a experimentar el síndrome de burnout. Para prevenir estos problemas, es crucial que las organizaciones promuevan una cultura de respeto, apoyo, y comunicación abierta, además de implementar políticas efectivas para manejar y prevenir el acoso y el maltrato en el trabajo.
Y es que el acoso o maltrato laboral puede pasar en muchos gremios, sectores e industrias. Sin Carreta encontró varias historias de empleados que han sido víctimas de matoneo, presión, insultos y acoso.
“Me tomaban fotos mientras yo estaba trabajando o almorzando y me criticaban”, contaba una víctima. “En esa época, como era mi práctica profesional, yo estaba muy chiquita. Entonces, uno no sabe a quién contarle o a quién acudir”, dijo. “Me decían que era una sapa, una metida, una llorona, que había ido a dar quejas”, añadió.