Publicidad
  • Dólar (TRM)$ 3.900,38
  • Euro$ 4.201,35
  • MSCI COLCAP1.387,12
  • Petróleo (Brent)US$ 84,46
  • Petróleo (WTI)US$ 79,93
  • Café (lb.)US$ 2,00
  • Oro (oz.)US$ 2.382,00
  • UVR$ 369,67
  • DTF E.A. (90d)10,42%
Noticias

Uno I El sepelio del papa Benedicto XVI, hoy, en el Vaticano, tuvo un inesperado camarógrafo que quiso compartir con esta sección sus imágenes exclusivas

Publicidad

El sepelio del papa Benedicto XVI, hoy, en el Vaticano, tuvo un inesperado camarógrafo que quiso compartir con nuestra sección sus imágenes exclusivas.

Una ceremonia multitudinaria se realizó hoy en el Vaticano, presidida por el papa Francisco, para dar cristiana sepultura al cardenal alemán Joseph Ratzinger, que pasará a la historia como el primer papa en 400 años en renunciar al pontificado.

Las honras fúnebres contaron con la presencia de representantes de decenas de Gobiernos del mundo, entre ellos, el canciller de Colombia, Álvaro Leyva Durán. El ministro, ubicado en zona de privilegio de los primeros puestos frente al féretro del papa emérito, grabó al detalle, para esta sección, los momentos más importantes de la eucaristía.

Mientras doblaban las campanas de la Basílica de San Pedro, el papa Francisco se acercó al catafalco. El pontífice argentino tiene dificultades para caminar debido a un problema en su rodilla derecha, pero por sus propios medios fue al encuentro del féretro de Benedicto.

Respetuosamente, se inclinó para darle la despedida a su antecesor y se retiró dando dos pasos atrás, como lo captó la cámara del canciller Álvaro Leyva. Luego, el papa Francisco se sentó en su silla de ruedas y aquí se produce una imagen cuya dimensión la entendió el canciller Álvaro Leyva: mientras el féretro con los restos de Benedicto era conducido a la santa gruta del Vaticano, el papa Francisco era conducido en silla de ruedas hacia su trono pontifical.

Con este registro videográfico que muy amablemente el canciller Álvaro Leyva entregó a CM&, termina una era de nueve años en la que hubo dos papas en Roma: uno, Ratzinger, discretamente esperando su muerte en el monasterio Mater Ecclesiae (Madre de la Iglesia) y el otro, Francisco, retomando sus pesados deberes como el jefe espiritual de más de mil trescientos millones de católicos.

Temas Relacionados:

Publicidad
Síguenos en nuestro canal de WhatsAppSíguenos en Google News