Uno | Las vueltas que da la vida

El país se ha sorprendido con los continuos ataques y las posiciones del fiscal, Francisco Barbosa, contra el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda.

La última fue la citación que Barbosa le hizo a Rueda a la Fiscalía, para que informe sobre la reunión que sostuvo con el jefe de la llamada Segunda Marquetalia, Iván Márquez, que, según el comisionado, se realizó en Colombia.

Tanto Barbosa como Rueda son viejos conocidos. Una fuente equis, que pidió reserva de su nombre, contó a un grupo de periodistas que «antes de ser comisionado, Danilo Rueda era integrante de la ONG de derechos humanos Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, y recorría esa Colombia profunda de los territorios, escuchando a las víctimas del conflicto armado».

En esa época, el hoy fiscal llegó a la Consejería de Derechos Humanos del presidente Duque. Danilo Rueda y otros defensores de derechos humanos invitaron a Barbosa a que escuchara a las comunidades, una de ellas, en el Chocó.

La invitación, en ese entonces, la aceptó Barbosa encantado. Los dos tenían permanente interlocución en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Barbosa, como representante del Gobierno, y Rueda, como representante de las víctimas de los territorios.

También se encontraron en varias audiencias temáticas. En aquel entonces, el trato era respetuoso, según el señor equis. Uno de los asuntos más curiosos es que la tesis de apreciación nacional para lograr una ponderación entre verdad, justicia y paz, promovida por el hoy fiscal Barbosa, fue uno de los argumentos que Danilo Rueda, como defensor de víctimas, promovió y profundizó en los procesos comunitarios que acompañó antes de ser comisionado.

Me recuerda la canción: «Si esa es la vida, la que nos marca el camino que debemos recorrer, para mal o para bien, a mí me tocó esta ruta y qué le vamos a hacer».