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Uno, Dos, Tres

Ñapa | El Congreso estudia un proyecto que muchos consideran que es la legalización de la mermelada

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«Mermelada» es una palabra que en política significa plata para que los parlamentarios usen en sus regiones.

Fue una expresión acuñada por el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry para defender, en el gobierno de Juan Manuel Santos, la reforma a la distribución de las regalías. «Esto es para repartir la mermelada en toda la tostada», dijo gráficamente Echeverry, pero su ingeniosa alegoría fue tomada por el uribismo para atribuirle al Gobierno de Santos la compra de apoyos políticos a cambio de otorgar partidas presupuestales que manejaban los dirigentes regionales. Con esa expresión, el uribismo ejerció una tenaz oposición que finalmente le dio buenos resultados, y ganó las elecciones presidenciales. Pues bien, ahora, con el apoyo del Centro Democrático, el Congreso tramita una reforma que significa la legalización de la mermelada. Mediante este decreto, el 384 del 13 de marzo, el presidente ordenó publicar el texto definitivo del proyecto de acto legislativo de la mermelada para que se inicie la segunda vuelta a partir del martes próximo. El proyecto es de dos artículos y en el primero dice, textualmente: «El Congreso no podrá aumentar ninguna de las partidas del presupuesto de gastos propuestas por el Gobierno, ni incluir una nueva, sino con la aceptación escrita del ministro del ramo». Pero agrega esto: «Una vez aprobado el monto definitivo del presupuesto decidido por las comisiones conjuntas, las plenarias de las cámaras podrán efectuar modificaciones al proyecto de presupuesto hasta el 20 % del presupuesto de inversión», y autoriza al Congreso a «eliminar o reducir partidas de gastos propuestas por el Gobierno» para abrir espacio a los montos del 20 % de que dispondrá el Congreso. Mejor dicho, el Congreso va a tener iniciativa de gasto hasta por el 20 % del presupuesto de inversión.

«Mermelada pura, pura, pero aumentada y apoyada por el uribismo». Sarcásticamente, un congresista santista comentó: «Mermelada santificada por el uribismo». Y ese dulce sabor comenzará a aliviar los caminos de ciertos proyectos en el Congreso. ¡Rico, don Pepe!

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