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El robo de combustibles en Colombia no se ha detenido en la pandemia; por el contrario, es cada vez más grave.
Así lo revelan cifras de la firma Cenit, compañía del grupo Ecopetrol que maneja los oleoductos. Este año, se han perdido más de un millón de barriles de hidrocarburos, por robo a través de conexiones ilícitas: se han identificado 836 válvulas para extraer ilegalmente los combustibles. Esto significa que, en promedio, cada día se instalan 2,5 conexiones ilícitas.
Los oleoductos donde más roban hidrocarburos son el Caño Limón-Coveñas y el Transandino. Las cuentas indican que las pérdidas económicas anuales por robo de combustibles rondan ya los cien mil millones de pesos.
Y es tan grave la magnitud del robo como el gravísimo riesgo que corren los ladrones. Vean lo que acaba de pasar en Haití, donde 62 personas murieron por asaltar un camión cisterna.