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La construcción y ampliación de las cárceles en Colombia sigue siendo un dolor de cabeza. Una prueba más está en los proyectos de ampliación de las cárceles de Girón, en Santander, y de Ipiales, en Nariño.
La Contraloría detectó que en la cárcel de Girón hay un atraso de seis años en la entrega de los trabajos y se han detectado irregularidades en el manejo de $ 99.000 millones; además, no se puede ampliar la capacidad del penal. Y en la de Ipiales, no se ha entregado la obra y se investiga el destino de una inversión de $ 84.659 millones y tampoco se ha podido ampliar la capacidad de la prisión.
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Al paso que vamos, ¡no va a haber cupo para meter a la cárcel a los encargados de hacer la cárcel! Lo grave de esta situación es que el tiempo sigue pasando, las obras de ampliación de las cárceles no se entregan y el hacinamiento sigue disparado.