Terrible caso de un hombre condenado a muerte que se arrancó los ojos y pide clemencia
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Los abogados de un hombre condenado a muerte por el asesinato de tres personas en Texas, sur de Estados Unidos, pidieron a las autoridades que impidan su ejecución, porque padece serios problemas mentales.
En el pedido de clemencia dirigido al gobernador de Texas, Greg Abbott, y a la Comisión de Indultos y Libertad Condicional del estado.
Los defensores del afroamericano Andre Thomas solicitaron que se le conmute la pena a prisión perpetua o que se suspenda su ejecución, programada para el 5 de abril de este año, mientras se evalúa si califica para la pena capital.
“El gobernador tiene el deber de garantizar que se respete la Constitución. Pero la Corte Suprema ha dejado claro que la Octava Enmienda prohíbe la ejecución de prisioneros como el señor Thomas, que están trastornados y no entienden por qué están siendo ejecutados”, dijo Maurie Levin, abogada de Thomas, en una conferencia de prensa.
Andre Thomas, hoy con 39 años, apuñaló a su esposa, a su hijo y a su hijastra en 2004, y luego se infligió heridas.
Dos días antes del crimen había ido a una sala de emergencias a pedir ayuda y, aunque se descubrió que era psicótico, lo dejaron ir, detallaron sus abogados.
Cinco días después del crimen, bajo detención, se arrancó el ojo derecho, siguiendo un mandato bíblico, según explicó Thomas en ese momento.
Ya en prisión, tras haber sido condenado a muerte, se arrancó el otro ojo y se lo tragó, para que “el gobierno no pudiera escuchar sus pensamientos“.
“Si alguna vez hubo un caso que merezca clemencia, es este”, agregó la abogada.
Mientras espera su ejecución, Thomas está recluido en una unidad a donde envían a los presos con problemas mentales.
“Está gravemente psicótico. Todavía tiene alucinaciones. Se sacó los ojos, solo entiende el mundo a través del prisma de su propia realidad alternativa”, dijo Levin.
En su petición los abogados aseguraron que, durante el juicio, el jurado nunca se enteró de su situación mental cuando lo sentenció a muerte, y denunciaron que hubo un sesgo racista en el proceso.
Levin explicó que también acudirán a un tribunal estatal para demostrar la situación de su defendido y lograr la suspensión de su ejecución. Para ello han pedido al Estado de Texas los registros de Thomas.
En lo que va del año, seis personas condenadas a muerte han sido ejecutadas en Estados Unidos. Según organismos humanitarios, este año están programadas las ejecuciones de otras 22 personas.