Rectora y Concejal que ofrecían niños de Charalá a los paramilitares fueron condenados

El exconcejal de Charalá, Santander, Luis Moreno y su esposa Lucila Gutiérrez, exrectora de la única escuela en la vereda Riachuelo del municipio, fueron condenados a 13 años de prisión por el asesinato del campesino Libardo Díaz, cuyo crimen fue ejecutado en alianza con los paramilitares en junio de 2001.

Libardo Díaz, quien fue señalado de pertenecer al ELN, era un campesino que trabaja como recolector de café en Charalá y, de acuerdo con la sentencia del juez tercero de Bucaramanga, unos estudiantes del colegio Nuestra Señora del Rosario encontraron su cuerpo enterrado en la plazoleta de la escuela mientras estaban en recreo.

Ángela Cerón afirma que “días después, los niños y las niñas estaban jugando en esa zona, había llovido el fin de semana y sale una mano del muerto y los niños gritan”.

La mano no había quedado totalmente enterrada y quedó expuesta por la lluvia. Según los testimonios recogidos en el juicio, la rectora Gutiérrez llamó a los paramilitares para ocuparse del cadáver. “Llaman a las profesoras y a la señora rectora, quien tapa absolutamente todo lo que pasó, llaman a los paramilitares, descuartizan el cadáver del señor Libardo Díaz y es arrojado al Salto del Ángel, que definitivamente desaparecen el cuerpo”.

Lucila Gutiérrez y su esposo enfrentan otro juicio por la explotación sexual de los menores del colegio Nuestra Señora del Rosario que eran entregados por la ex rectora a los miembros de las autodefensas entre 2001 y 2004.

Los paramilitares de Ernesto Báez reconocieron en el juicio que las autodefensas asesinaron a Libardo Díaz y posteriormente desaparecieron su cuerpo.

El juez tercero penal de Bucaramanga ordenó investigar a los abogados de la pareja Moreno, Mario Dulcey Gómez y Edilma Pilonieta Silva por obstrucción a la justicia.