Un nuevo Bronx se está formando en las casas que el Distrito ordenó desalojar
Cuando una familia se preparaba para acostar a sus hijos en un casa de vivienda social de Bogotá, un grupo de delincuentes rompió la pared y en la sala, armas en mano, les notificó que tendrían que irse. En las casas vecinas desalojadas por riesgo geológico, se está construyendo un nuevo Bronx, del que hace años tienen noticia la alcaldía y la Policía. Qué Tal Esto.
- Corte absolvió al embajador de Colombia en Nicaragua por narcotráfico: Petro se pronunció
- ‘Gran Fondo de Ciclismo’: homenaje de Bogotá a los grandes ciclistas colombianos
La ciudadela Santa Rosa fue construida hace 17 años en el sur de Bogotá como una alternativa de vivienda para poblaciones vulnerables, pero ahora es todo un problema tanto para los que habitan allí como para las autoridades.
El Distrito fue condenado a comprar las casas de la ciudadela, porque permitió la construcción en una zona de alto riesgo de deslizamiento por lo que las casas presentaron graves fallas en sus estructuras.
Sólo compraron aquellas viviendas que habían sido pagadas en su totalidad. De las 1.200, sólo 260 fueron beneficiadas, el resto vive con el riesgo latente de que se les venga la montaña y con una problemática qua apareció luego de que el distrito sellara las casas que compró.
El grupo invasor se organizó, comenzó a delinquir y hasta crear sus propios cultivos de marihuana en las casas que se tomaba, pero el tema fue más allá.
Camilo trabajaba fuera de Bogotá, donde laboraba le ayudaron a conseguir el subsidio de interés social y comprar su vivienda en las casas verdes de Santa Rosa. En agosto pasado llegó con la ilusión de mudarse con su esposa y dos hijos, pero cuando llegó su casa estaba invadida.
Fue a la policía para que le ayudaran, pero no fue posible. Inició el proceso de desalojo, salió a su favor y el día que lo programaron, le dijeron en la Casa de la Justicia de la localidad de San Cristobal, que el nuevo código de policía les impedía hacer el desalojo.
Camilo, Jasmin y Eder perdieron sus casas, ahora pagan arriendo y con cobros jurídicos porque los invasores de sus propiedades no pagan los servicios.
Sin embargo, son casi 800 familias que siguen viviendo en el barrio de la zozobra. En sus calles se respira temor… Por las balaceras que se presentan, los robos, y el desplazamiento intraurbano.
Con esta problemática está a punto de estallar una guerra entre los vecinos y los invasores, pues entre los legítimos propietarios hay 400 desmovilizados de las AUC, el EPL y las Farc, quienes creen que en cualquier momento, los afectados serán ellos.