Tumban casas de campesinos

Durante casi de veinte años un grupo de campesinos cultivó su pancoger en un predio abandonado en Puerto Gaitán, Meta… Primero llegó la petrolera y luego la supuesta heredera del dueño del predio… Sin previo aviso un contratistas de ambos tumbó sus casas… ¡Qué tal esto!

Esta es la casa de Ruth, en Puerto Gaitán, Meta, en la vereda La Cristalina.  Ruth junto con otras 150 familias fue poblando esos terrenos y haciendo su vida allí durante más de 17 años. Pero todos esos años terminaron en el piso el pasado 9 de abril cuando su casa fue derrumbada por  Maria Viela, la señora que asegura ser la dueña.

“Allí se han violado todo tipo de derechos, el debido proceso, el derecho a la vida digna, el derecho a la vivienda y eso lo ha determinado el Tribunal Superior…”

Esas tierras, que quedaron abandonadas  a mediados de los noventas, fueron poblándose poco a poco hasta ser un pequeño caserío. Pero la tierra fue nuevamente apetecida cuando encontraron petróleo… Tras los hallazgos vino Hocol.

“El vínculo que tiene Hocol con el predio La Cristalina es que tenemos una servidumbre que tiene predios, que ha sido obtenida de conformidad con la ley y que constan en contratos que están vigentes y que son válidos”.

Según el registro de instrumentos públicos, La Cristalina fue comprada en 1975 por un señor llamado Efraín Martínez. Después de él, la finca pasó de particular en particular hasta llegar a Darío Cuevas, en 1976…

“La señora María Viela Perdomo Esquivel fue, después de haber sido empleada del servicio doméstico del ingeniero Darío Cuevas Silva, quien era propietario del Predio La Cristalina, que se lo compró a Don Bernardo Benito…”

Tras morir el señor Darío Cuevas, María Viela se hizo adjudicar La Cristalina en 1996. La cuestión es que la Cristalina no era un terreno baldío.

“Me tocó a mí por derecho propio, por ser la viuda, la adjudicación actual está a mi nombre… Es mi respuesta…”

Y no se entiende por qué en vez de una sucesión, María Viela prefirió una adjudicación del antiguo Incora…

“Es mi vida privada, usted me está preguntando mi vida privada, mi vida privada no le importa a nadie…” Y aunque los colonos afirman que no vivió nunca allí, ella dice otra cosa…

“Allá dejé mi juventud, desde el 75 viví con Darío Cuevas, 25 años…”

Siendo así las cuentas, María Viela abandonó los predios desde 1995… Pero luego, en el 2000 se registró como desplazada…

“Soy una mujer desplazada, salimos desplazados en el dos mil… O antes…”

Gracias a esto, María Viela interpuso una medida de protección al predio. Ya en 2009 firma contratos con Hocol y consigue órdenes de desalojo que le permitan derrumbar las casas de las familias que habitan La Cristalina. Antes de Ruth, María Viela en persona fue y supervisó el desalojo y el derrumbe de la casa de Camila Narváez… Otra pobladora…

"El 9 de abril de 2010 en diligencia de lanzamiento, antes de que nosotros hubiéramos asumido la defensa de estas personas tumbaron la casa de Camila Narváez Toledo, estando dentro de la casa sus hijos menores…”

Tras esta acción un fallo de tutela ordenó a la Señora María Viela abstenerse de realizar estas acciones, pero de nada sirvió porque la casa que siguió fue la de Ruth…

“Vemos cómo se violenta de manera flagrante la ley y no se acata un fallo de tutela por parte del Tribunal Superior del Meta…”

El líder, Enoc Hernández, que venía discutiendo la originalidad de la adjudicación que el Incora le realizó a María Viela murió asesinado el pasado diciembre.

“El 11 de diciembre por ser un estorbo para determinadas empresas, Hocol, le quitaron la vida a las 9 de la noche”.

“Hocol respeta los derechos humanos, en el caso del señor Enoc prestamos la ayuda humanitaria básica, él fue dejando en la portería de las instalaciones y colaboramos con el traslado de la persona”. Pero en el Incoder no tienen cómo reconocer tales derechos, porque el expediente de las reclamaciones de los poseedores, desapareció de sus despachos.