Párroco arrienda parte de la casa cural a un bar

Desde que el papa ordenó a los párrocos hacer que los precios de sus servicios fuera asequibles para todos, los feligreses de Santana, Boyacá, han encontrado más razones para pedirle a la curia que les cambie de párroco, porque el de ellos cobra más que los demás, no atiende a todos, está vendiendo una propiedad de la parroquia y alquiló una parte de la casa cural para una discoteca.

Hace 323 años se celebra misa en la parroquia de Santana, Boyacá.

Los feligreses aún no se sienten las reformas que promovió el Papa Francisco se vean reflejadas en su relación con el párroco.

Después de que Su Santidad definiera la Iglesia por y para los pobres, los arzobispos del mundo debieron expedir un decreto de arancel eclesiástico que fija las tarifas para las celebraciones religiosas, entre 300 mil por una misa matrimonial, hasta 5 mil por un certificado eclesiástico.

El arancel eclesiástico fija en 125 mil pesos el precio de una misa de exequias.

El arancel eclesiástico dice también que los servicios religiosos para los pobres deben ser gratis, y él conoce la norma.

Pero para él, el concepto de pobre es más amplio que el que el gobierno utiliza para incorporarlos al SISBEN. Y no todo el tiempo del religioso está dedicado a Dios.

El párroco sacó a la venta un predio que su iglesia recibió hace medio siglo. Y además recibe arriendo por la rumba que funciona en el anexo de la Casa Cural.

De hecho el religioso no cree que el único interés de los reporteros de Noticias Uno sea buscar la información de interés público.

Las palomas, de hecho, según sus feligreses no son un símbolo de paz e inspiración.

Por eso algunos de sus feligreses quieren tener un párroco que represente mejor las ideas revolucionarias del nuevo papa y su iglesia para los pobres.

Pero la producción de párrocos es cada vez más difícil y los feligreses de Santa Ana tendrán que esperar a que un párroco esté disponible para atender sus almas.