Fundación que protegía el humedal La Conejera habría talado árboles de la reserva

La Secretaría de Ambiente de Bogotá inició proceso sancionatorio en contra de la Fundación Humedal la Conejera por los posibles daños ambientales al lado del Humedal que dicen proteger.

La Decisión fue tomada luego de que un grupo de técnicos de la Secretaría realizó inspecciones en este predio de espacio público ocupado y encerrado por la Fundación.

El pasado 23 de Octubre, Noticias Uno, publicó las denuncias de vecinos del sector que aseguraban haber presenciado en este predio se tala de árboles.

En ese mismo lugar, la Fundación Humedal la Conejera, construyó esta vivienda, donde vive una familia, en un lugar donde no hay conexión de Alcantarillado.

Medardo Galindo , fundador y representante legal de la Fundación, en su momento atendió a Noticias Uno.

Galindo negó que en el predio se hubieran talado árboles y dijo sentirse perseguido por este medio.

Medardo Galindo, creó la Fundación Humedal la Conejera, al lado de su hermano German Galindo, quién después fue gerente Ambiental del Acueducto durante la Administración de Gustavo Petro.

Durante ese gobierno, la Fundación Humedal la Conejera recibió contratos por 358 millones de pesos, y Medardo Galindo, su representante legal, fue contratado como persona natural por 40 millones de pesos para la asesoría jurídica de la Reserva Van der Hammen.

Los peritos de la Secretaría de Ambiente por medio de fotografías satelitales, detectaron que en el predio si se talaron árboles, así lucía el terreno en 2010 y así en 2014.

Además un concepto técnico de la Secretaría de Ambiente determinó el vertimiento de aguas servidas en el lote ocupado por la Fundación.

Por estos hallazgos que corroboran la información publicada por Noticias Uno, la Secretaría de Ambiente abrió el proceso para sancionar al señor Medardo Galindo y a Pablo Antonio Moreno, persona que habita la casa montada por Galindo y del que él dice se trata de un desplazado al cual le está brindando un techo.

El proceso sancionatorio puede extenderse por un año y de determinarse delitos ambientales, estos serían puestos en conocimiento de la Fiscalía. entretanto Galindo y su Fundación creada para proteger un humedal, sigue teniendo las llaves de un espacio público con menos árboles que hace siete años.

Hace dos décadas, el gobierno de Estados Unidos descubrió que para salvar sus patos, que en invierno migraban al sur en busca de comida y calor, era necesario atacar la costumbre bogotana de rellenar con escombros sus cuerpos de agua y ampliar sobre éstos la selva de cemento.

Así nació la Fundación Humedal La Conejera, que en teoría era un grupo de vecinos interesados en la protección de uno de los últimos cuerpos de agua que servirían de estación a las aves migratorias

Pero que en sus documentos reales se trata de un clan familiar, que al mismo tiempo administra fondos de cooperación, hace negocios con el Distrito Capital y asume la vocería de los interesados en la preservación de lo que fue el santuario.

Pero en 2014 este grupo de jóvenes reasumió la defensa ambiental porque ante la pasividad de la Fundación, la empresa de Acueducto, las Secretarías de Ambiente y Planeación, la Policía Ambiental, la Corporación Autónoma, la curaduría Urbana y la Alcaldía, familiares del alcalde estaban construyendo un muro contra las aves migratorias.

Los activistas fueron desalojados, la construcción se terminó y el cuidado del humedal, ya con su muro contra las aves migratorias, el cuidado del Humedal siguió teóricamente en manos de la Fundación Humedal La Conejera, cuyos fundadores eran también contratistas de la Alcaldía.

Pero, al mismo tiempo, comenzó a ejercer actos de amo y señor en un predio contiguo al Humedal, con el propósito de convertirse en dueño privado del predio público.