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Política

Escándalos familiares y políticos: el año del presidente Petro en Colombia

Estos escándalos familiares y políticos han dejado una marca en el año político colombiano, con repercusiones que podrían prolongarse en el tiempo y afectar el curso del Gobierno de Petro en 2024.

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El año de Petro
Fotos AFP

El año político colombiano ha sido testigo de turbulencias marcadas por escándalos de tintes novelescos protagonizados por Nicolás Petro Burgos, primogénito del presidente Gustavo Petro. A su vez, las interceptaciones ilegales a la niñera de Laura Sarabia, una figura cercana al mandatario, han contribuido a la trama digna de una telenovela.

Como si se tratara de un guion enredado, ambos casos han estado impregnados de problemas amorosos, venganzas y disputas personales, desviando la atención y entorpeciendo el desempeño del Gobierno de Petro a lo largo de 2023, quien ha utilizado la red social X (antes Twitter) como su principal tribuna.

Aunque la tormenta ha amainado en los últimos meses, los casos de Petro Burgos y Sarabia permanecen latentes, tanto en la esfera mediática como judicial. Se espera que, en algún momento de 2024, estos asuntos vuelvan a estallar, manteniendo la atención pública.

El caso de Nicolás Petro Burgos: un proceso de revelaciones

Nicolás Petro Burgos enfrenta cargos por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos. El inicio de la controversia se remonta a marzo pasado, cuando la Fiscalía recibió denuncias de su exesposa Daysuris Vásquez. La investigación se centró en las presuntas irregularidades financieras del hijo del mandatario, quien era diputado de la Asamblea del Atlántico.

La detención de Vásquez y Petro Burgos el 29 de julio, acusados de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, reveló conexiones con el exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra y Gabriel Hilsaca Acosta. Petro Burgos admitió haber recibido dinero de estas fuentes, alegando que su padre, en ese momento candidato presidencial, no estaba al tanto.

El escándalo incluye acusaciones de obtención ilícita de hasta 600 millones de pesos en el apartamento de Barranquilla, implicando a Hilsaca y a Vásquez. Esta última ha desempeñado un papel crucial, utilizando sus redes sociales y colaborando con la Fiscalía, manteniendo el caso como una constante preocupación para Petro.

Relación rota: el caso de Laura Sarabia

Otro caso que ha marcado el año político es el de Laura Sarabia, directora actual del Departamento de Prosperidad Social (DPS). Su vinculación a la campaña de Petro de la mano de Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela, fue pieza clave para la victoria presidencial.

Las acusaciones de abuso de poder contra la exniñera Marelbys Meza y las interceptaciones ilegales de llamadas han arrojado sombras sobre Sarabia. La revelación de audios amenazantes de Benedetti, exigiendo un puesto importante en el gabinete, agrega todavía más complejidad al caso. Aunque Sarabia dejó su puesto, regresó como directora del DPS, manteniéndose como figura de confianza del presidente, de hecho, es la mano derecha del mandatario.

Tanto el caso de Nicolás Petro Burgos como el de Laura Sarabia continúan siendo desafíos judiciales y mediáticos para el presidente Petro, quien ha acusado al fiscal general, Francisco Barbosa, de utilizar mediáticamente el caso de su hijo en su contra.

Estos escándalos familiares y políticos han dejado una marca en el año político colombiano, con repercusiones que podrían prolongarse en el tiempo y afectar el curso del Gobierno de Petro en 2024.

Con información de EFE.

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