Pobladores de Montecristo, Bolívar, afectados por compuestos tóxicos de la minería ilegal
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Si en Barrancabermeja llueve, en Montecristo, al sur de Bolívar, no escampa. Un río de compuestos tóxicos atraviesa al pueblo llevando los desechos de las explotaciones ilegales de oro en la zona.
Videos muestran cómo el mercurio, el cianuro y la gasolina empleada para separar el oro que brota de las rocas del municipio de Montecristo en el Sur de Bolívar, volvió turbias y negras las aguas del Río Caribona que hace 30 años eran cristalinas.
La mezcla tóxica que atraviesa el caso urbano y desemboca en el río Cauca en la Serranía San Lucas, está a pocos metros de la escuela municipal, donde niños y habitantes tienen que consumir los frutos que producen sobre el agua contaminada, como lo relata un poblador que no se atreve a dar su nombre por los intereses económicos que se tejen en torno a MinaWalter.
“Hay otro inconveniente que es cuando se purifica el material de oro amalgamado, porque en este momento se están incorporando al medio ambiente moléculas de mercurio volatilizadas por la temperatura que lleva ese compuesto”
La migración masiva de pobladores que intentan ganarse la vida encontrando oro, pero sin la debida regulación ambiental, ha provocado que en el Río se vierta ácido nítrico, plomo, partículas de zinc y mercurio que se utilizan para purificar el metal amarillo, oscureciendo el agua y dando un color rojizo a la tierra donde se asientan las viviendas.
“Y es un color rojizo que se extiende por encima de las áreas de habitación de la comunidad en general, por encima de la escuela y que después nuevamente se precipita sobre los árboles, las plantas, sobre los cauces de las quebradas donde nuevamente ellos toman agua”, relata el poblador a Noticias Uno.
Además de la fiebre del oro, los caudales del Río Caribona y la vegetación que riega, están amenazados por la mezcla de aguas hervidas de las viviendas, jabón, grasa, gasolina y otros elementos inflamables que amenazan con una tragedia ambiental y de salud pública.