Traspasar la barrera de las muñecas hacia el liderazgo en tecnología
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No resulta nada inusual ver a una niña jugando con barbies y a un niño con coches. ¿Qué sueñan ser la mayoría de los niños? Probablemente algún oficio vinculado con autos, aviones o herramientas. Pero, ¿podríamos decir lo mismo de las niñas? Seguramente no. La cuestión es que, si no naturalizamos que los niños jueguen con barbies, y las niñas con carros, es poco probable que estas últimas nunca sientan curiosidad por actividades que siguen siendo consideradas como propias de hombres, como lo es la ingeniería.
Es por eso por lo que, desde mi perspectiva, enmarcada en la reciente la celebración del Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, creado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo especializado de Naciones Unidas, estoy comprometida con la idea de motivar a las niñas, (futuras mujeres) a formarse académicamente en áreas vinculadas a la tecnología, para reducir la brecha de género.
Lastimosamente, las cifras que encontré de un estudio realizado por expertos de la National Society of Black Engineers y la Society Of Women Engineers, no me sorprenden. Según dichas firmas, del total de graduados en ingeniería, solo el 20% son mujeres, panorama que pone de manifiesto la inequidad de género a escala mundial. Pero, las problemáticas en torno al tema no terminan allí, el Global Gender Gap Report 2022 del World Economic Forum expone que en los cargos de liderazgo TI, solo el 24% son representados por mujeres.
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Así, la participación activa de las niñas en STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) no solo es una cuestión de disparidad de género, exclusión en cargos de liderazgo, sino también una necesidad imperativa para impulsar la innovación y el progreso. Sin embargo, a pesar de los avances en la igualdad de género en algunos aspectos, es fundamental abordar esta brecha desde la base, comenzando con la educación desde una edad temprana.
Y es que el empoderamiento de las niñas en la tecnología implica precisamente proporcionarles acceso igualitario a recursos educativos, oportunidades de mentoría y modelos inspiradores a seguir. Debemos desafiar los estereotipos de género arraigados que pueden disuadir a las niñas de perseguir carreras en STEM y fomentar un entorno inclusivo donde se sientan capacitadas para explorar sus intereses y desarrollar sus habilidades en tecnología.
Siguiendo con los datos, el reporte ‘Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe’ de ONU Mujeres, arrojó que faltan 76 años para llegar a la igualdad de género en STEM, pero más allá de preocuparme por tener que esperar al 2100 para ello, año en que ni siquiera podré ver cumplido el sueño que muchos tenemos, me resulta ensordecedor que en el 2025 habrá un 75% de vacantes en estas áreas, y aún así no nos alcanza para disminuir esta brecha en un mediano plazo.
Desde Epson creemos en un futuro donde las niñas puedan alcanzar sus sueños y contribuir de manera significativa al avance tecnológico gracias a su enfoque creativo. Estamos comprometidos a trabajar hacia esa visión juntos.
Es hora de que todos nos unamos en este esfuerzo de promover programas educativos y colaboraciones corporativas para empoderar a las niñas y forjar un futuro más inclusivo y equitativo en la industria tecnológica. Juntos, podemos construir un mundo donde todas nuestras hijas, sobrinas, hermanas, amigas y madres, se sientan capacitadas para liderar e innovar en la tecnología.
*Las opiniones expresadas en las columnas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el punto de vista ni la posición del Canal 1.