Ñapa I Un colegio debía estar listo en 2018 y los años pasan
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Como todos los lunes, mi elefante blanco. Hoy, hablaré de la sede Fernando de Aragón de la Institución Educativa Evaristo García en Cali.
Sería uno de los colegios más modernos del país, pero quedó en el limbo; tuvo cuatro contratistas, pero ninguno lo terminó. Está ubicado en el barrio Primitivo Crespo del nororiente de Cali.
La inversión total era de cuatro mil ochocientos sesenta y cuatro millones quinientos ochenta y cuatro mil setecientos ocho pesos ($ 4.864.584.708); el 30 % lo invirtió la Alcaldía de Cali y el 70 %, el Ministerio de Educación Nacional.
Del valor total, $ 383.185.078 fueron destinados para la interventoría; la obra tenía un tiempo estimado de tres años, se debía entregar en 2018, teniendo en cuenta que el contrato entre la Alcaldía y el Ministerio de Educación se firmó mediante dos convenios en 2015.
La construcción del colegio tuvo cuatro contratistas: el primero fue Graña y Montero; el segundo, Mota-Engil; el tercero, el Consorcio Colombia Estudia, y el último fue Urbaniscom, con un contrato por $ 2.823.089.470, pero este desistió dejando otra vez abandonado el proyecto y sin recibir un solo peso.
Hasta materiales de construcción se encuentran en medio de la maleza. Miren ustedes cómo lucen hoy en día las instalaciones de lo que sería el megacolegio; hoy en día, la obra no tiene ningún doliente que se encargue de ejecutarla y terminarla. Este es mi país, ¡cómo duele!