Retiran del Ejército a 18 militares por hostigamientos en Tierralta: seis de ellos son oficiales
El Ejército aseguró, este martes, que los militares, “con su actuar han comprometido los principios y valores de la institución”
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Este lunes se han dado a conocer las primeras medidas adoptadas tras la intervención de uniformados del Ejército en Tierralta (Córdoba), en la vereda Bocas del Manso, donde militares disfrazados de disidentes amenazaron a la comunidad del sector.
El comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina comunicó, este martes que 18 militares (divididos entre seis (6) oficiales. cuatro (4) suboficiales y ocho (8) soldados profesionales) fueron retirados de la institución, y “que con su actuar han comprometido los principios y valores de la institución”.
Estas medidas han sido recomendadas por la Inspección General de las Fuerzas Militares y la Inspección General del Ejército Nacional, luego de un análisis de lo sucedido la semana pasada.
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El documento, que está dirigido a los altos mandos militares, destaca recomendaciones de retiros de varios uniformados activos. Por lo que dicho documento tendrán que ser estudiado por las cabezas competentes del Ejército y deberán tomar una decisión final al respecto.
Una de las medidas más destacadas es el retiro inmediato de dos suboficiales y ocho soldados profesionales que formaban parte de la patrulla militar involucrada en el incidente, que fue grabado y se viralizó rápidamente a través de las redes sociales.
Es importante señalar que esta medida se suma a la decisión tomada la semana pasada por el comandante del Ejército Nacional, quien apartó de sus funciones a los uniformados involucrados, aunque hasta el momento se mantenían en servicio activo, sin ocupar ningún cargo ni tener responsabilidades operativas o administrativas.
El documento también establece que, debido a omisión de sus funciones, en cuanto al control de la situación, el comandante de la Brigada 11, el coronel José Edilberto Lesmes Beltran, y el sargento mayor del Comando Juvenal Mahecha, deberán ser desvinculados por completo de la institución.
Asimismo, se menciona que se tomarán medidas similares con respecto a los oficiales de operaciones y de inteligencia, y el sargento mayor del Batallón de Infantería N.33 “Batalla de Junín”.
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Estos altos mandos enfrentan responsabilidad debido a su falta de mando y control, así como por omisión en sus funciones y la carencia de un direccionamiento estratégico efectivo.
Según el comunicado de las autoridades, estas decisiones representan un paso importante en la búsqueda de la rendición de cuentas y la transparencia en las operaciones militares, y se espera que contribuyan a esclarecer los hechos ocurridos en Tierralata y a garantizar la integridad y seguridad de la población en futuras operaciones militares.