Mazda, vivir para inspirar: la heroica labor de un payaso humanitario
Juan reconoce que su labor es difícil, y más cuando muchos se han olvidado de apoyar a los más necesitados: una historia de alguien que vive para inspirar.
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Juan Álvaro Santos es un profesor de inglés que entre semana imparte clases en diferentes instituciones educativas de Cúcuta, pero su papel cambia cuando llega el fin de semana: deja de lado los pizarrones para convertirse en un payaso humanitario.
Su personaje es una mezcla entre doctor y payaso, el cual visita ancianatos y hospitales para llevar alegría a quienes la necesitan.
“No se olvidan de uno, al menos están pendientes de venir cada ocho o 15 días”, afirmó uno de los abuelos.
Juan reconoce que su labor es difícil, y más cuando muchos se han olvidado de apoyar a los más necesitados. Asegura que son muchas las razones para que la gente no quiera ayudar, pero sostienes que no se puede perder la humanidad.
“Tratemos siempre de ayudar y de ser solidarios con las personas que lo necesitan”, aseguró Juan, uno de los muchos que ejercen como payaso humanitario.
Mazda, vivir para inspirar
Desde niños nos ha impulsado una fuerza que habita en nuestro interior, una curiosidad por eso que esta más allá de nuestro alcance. Esa es la razón por la que nos atraen tanto los autos, por su capacidad para emocionarnos.
Cuando las cosas se hacen con profunda obsesión por los detalles se crean piezas con la capacidad de inspirar, piezas que logran una conexión perfecta entre el hombre y máquina, creando un vínculo que trasciende al mundo que nos rodea.
Mazda no fábrica vehículos, simplemente para ser conducidos, desarrollan automóviles que emocionan, llevándote más allá de cualquier camino. Mazda, vivir para inspirar.
