“No estamos pidiendo perdón, estamos diciendo que lamentamos lo sucedido”: vocero de las disidencias tras atentado en Cauca
El vocero del Estado Mayor Central de las Farc, Andrey Avendaño, afirmó que la decisión de negociar en medio del conflicto armado fue del Gobierno nacional.
- Video | Un soldado falleció tras atentado de disidencias Farc en El Plateado, Cauca
- Dan de baja a ‘Miller’, cabecilla de una estructura que fundó la disidencia de Mordisco
El vocero del Estado Mayor Central de las Farc, Andrey Avendaño, concedió una entrevista a Caracol Radio en la que tocó varios temas, entre ellos la instalación de la mesa de negociación con el Gobierno nacional y la posición de esa organización ante los recientes atentados en los cuales se ha visto afectada la población civil en Cauca y Valle del Cauca.
Sobre este último ítem, Avendaño afirmó que uno de los errores de la Policía Nacional fue instalar un puesto al lado de un colegio y un hospital.
“Ninguna de nuestras acciones van encaminadas a atentar contra la población civil, hay que hacer distensión entre la población civil y la fuerza pública, uno de los primeros errores es que la Policía no puede estar en los centros poblados, ¿cómo es posible que esté la policía al lado de un colegio y de un hospital?”, dijo.
Acto seguido, el vocero afirmó que desde la organización reconocen que lo sucedido en Timba, Cauca, donde un carro bomba acabó con la vida de dos personas, entre ellos una profesora del municipio, fue un error en el ámbito militar.
“No desconocemos que es una equivocación en el ámbito militar lo sucedido, no hay nada que esto pueda remediar después de los muertos y el dolor y asumimos la responsabilidad”, expresó.
Sin embargo, Avendaño declaró que ellos no firmaron ningún acuerdo internacional y que en un país con un conflicto interno como el de Colombia existe el riesgo de que la población civil se vea afectada.
“No hemos hecho ningún pacto ni acuerdo internacional, no somos firmantes del Pacto de Ginebra. La fuerza pública hace parte esencial del Estado, en Colombia hay un conflicto interno y, por ende, donde haya objetivos militares, la población civil puede tener el riesgo de resultar afectada”, puntualizó.
Por otro lado, el vocero de las disidencias de las Farc declaró que la decisión de negociar en medio del conflicto fue del Gobierno nacional en cabeza del presidente Gustavo Petro.
“No puede ser que con una mano nos muestren la zanahoria y con la otra el garrote. ¿Los objetivos militares solo cuentan para un lado? Estamos apuntando a un proceso y queremos corregir cualquier dificultad, nadie sabe lo que pueda suceder, no desconocemos que es una equivocación y es repudiable ante las organizaciones internacionales, nosotros no decidimos dialogar en medio de la confrontación, fue el Gobierno”, afirmó.
Avendaño también declaró que no están pidiendo perdón a la población por lo sucedido en Cauca, recalcó que la posición de la organización es la de lamentar lo sucedido y responsabilizó al Gobierno pues, según él, la decisión de no decretar un cese al fuego bilateral fue del Estado.
“No estamos pidiendo perdón, estamos diciendo que lamentamos lo sucedido, hacemos lo que está en las acciones propias de una organización armada, lo primero que hay que preguntarse es si existe la voluntad del Gobierno para el cese al fuego, si no hay cese al fuego, el Gobierno no puede reclamar nuestras acciones”, dijo.
Avendaño afirmó que no están preocupados si la mesa de negociación se instala o no, pues, según su consideración, el deseo de conseguir la paz debe ser más grande que los obstáculos que el conflicto genera y nuevamente insistió en la responsabilidad mutua (Gobierno y disidencias Farc) de los muertos que deja el conflicto.
“Lamentamos cuando resulta afectada la población civil deberíamos sacarlos de la confrontación armada, pero eso aplica de las dos partes. Como lo que ocurrió en Tierralta, acá todos tenemos responsabilidades y hay que asumirlas con altura”, expresó.
Finalmente, Avendaño abordó la cuestión de si estos actos de violencia se relacionan con los ataques del Gobierno a la economía ilegal. Argumentó que las guerrillas en Colombia no surgieron debido al narcotráfico, sino como respuesta a la represión y la falta de oportunidades para las comunidades excluidas y marginadas en los territorios. Además, expresó su preocupación por la población civil que se desplaza debido a las operaciones militares en la región de Micay.